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martes, 22 de abril de 2014

Recibir y devolver



GPH
Cuando llegamos desnudos a este mundo , la desnudez es en el plano físico pero en nuestro mundo interior tenemos preferencias, habilidades, y dones trasmitidos por nuestra madre y nuestro padre -y como semillas hemos de reconocerlas y trabajar con ellas, para que germinen y desarrollen en plenitud. Ese conjunto de dones o habilidades físicas y psíquicas son gratuitas pues vinieron con nosotros sin haberlas pedido. Conscientes de esa dimensión de nuestra vida, los viejos sabios de nuestro desierto nos recuerdan algo que todos sabemos, en el fondo de nuestra alma, pero solemos olvidar: La naturaleza nos regala dones sin pedirnos nada a cambio,pero nos las quita sin pedirnos permiso. Esos momentos son para madurar y crecer aceptando lo que se suele escuchar en este desierto: La vida me lo dio,la vida me lo podio,a la vida se lo entrego y en paz me quedo. Esta actitud aplica para nuestra relación con las personas, las cosas y nuestra llamadas pertenencias como la salud, la belleza, los objetos etc.

viernes, 19 de abril de 2013

Dar y darse...

Louis Armstrong

Mi vida ha dado giros afortunados gracias a los venturosos regalos que me han llegado en forma de amistades, libros, música, viajes, el contacto con la belleza de este mundo en su estado natural. Hay una hermosa fotografía en blanco y negro  que afortunadamente me acompaña hace muchos años . Es una calle  de algún barrio en alguna gran ciudad americana. En los escalones de acceso a una casa está sentado  Louis Armstrong enseñando a tocar la trompeta  a dos niños –afroamericanos-  que miran absortos su hermosa expresión.  Al contemplar esta fotografía  aprendí que la vida es plena, si pasamos del dar cosas a darnos a nosotros mismos. Un día Louis dijo: la música es maravillosa sólo si se pone en medio para que los demás la disfruten.  

domingo, 17 de marzo de 2013

El valor de las diferencias







Tenía yo escasos 12 años cuando escuché dos hermosos conciertos para violín  -Max Bruch y Félix Mendelssohn- interpretados  por el magnífico Yehudi Menuhin. En ese tiempo sólo podía admirarlo como lo que fue -un solista y director de orquesta espléndido. Pasaron los años y fui descubriendo otras facetas de su vida y entre ellas destaco su dedicación para que la música no se quedara en un placer para los oídos en millones de seres humanos sino que fuera un instrumento para transformar nuestra sensibilidad, iluminar nuestra conciencia y mejorar nuestra relaciones interpersonales. Este buen hombre le dio la vuelta  al planeta y bien supo de las diferencias entre los seres humanos desde pequeños hasta ancianos. Cuando le preguntaron, en cierta ocasión, qué hacer con los niños con la ayuda de la música, comentó con luminosas palabras: Reconciliar al mundo es demasiado ambicioso, pero al menos se puede formar a los niños para ser respetuosos hacia las diferencias, que son lo único que nos permite aprender: Si todos fuéramos iguales, no podríamos ofrecernos nada unos a otros.






sábado, 16 de abril de 2011

En la mano

El arte menor es aprender a dar,
El arte mayor es aprender a darse
Llegará el día en que el arte menor y
el arte mayor se hagan UNO.
Entonces podremos decir:
El aroma de la rosa
siempre se queda
en la mano de quien la da.