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jueves, 17 de enero de 2013

Naves

El mar con sus naves es un recordatorio.Las naves tan diseñadas para navegar y no para que la mayor parte del tiempo estén navegando sea en el agua, en los aires o en la tierra.Asi, tambien los seres humanos traemos un diseño de fàbrica que nos permite  estar despiertos, atentos, practicantes, en crecimiento  y evolucionar. Esto quiere decir que nadie puede pasarse la vida sin soltar amarras y navegar  teniendo en cuenta que esa es la realización natural de su ser.Navegar es ,por otro lado, el arte de mantener el rumbo y sortear todos los imponderables que se presenten en el viaje.

miércoles, 13 de abril de 2011

El rumbo y la visión

Hay una tríada de verbos que no olvido desde el día que me la compartió un sencillo profesor de escuela rural aquí en el desierto en un pueblito llamado Carretas. Este profesor escribió en la parte alta del pizarrón  la siguiente frase: No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer. La frase fue escrita el día en que los niños de la secundaria  se despedían para acceder al primer año de preparatoria en otra escuela. Pasaron los años y hoy me entero que  la mentada frase salió de la mente, del corazón y de las manos de Johann Wolfang von Goethe. Cuando pienso en este viejo amigo profesor rural en el desierto, estoy convencido que él fue más que un profesor, fue un ciudadano, un amigo, un trabajador incansable cuya felicidad estuvo en servir a  sus estudiantes ayudándoles para encontrar el rumbo y la visión  de sus vidas y mantenerlos –como hace un buen piloto que no se distrae y lleve su vehículo de tierra, agua o aire…a buen Puerto.


jueves, 7 de octubre de 2010

¿A dónde vamos?

Playa ánimas se llama una inmensa llanura en nuestro desierto chihuahuense donde los colonizadores españoles se extraviaban mortalmente al ser sorprendidos por las tormentas de arena. Daban vueltas en círculo hasta enloquecer y morir asfixiados. Cada vez que cruzo esas tierras me inunda un sentimiento de respeto y compasión para con esas gentes. Hoy tengo similar sentimiento con nuestra patria mexicana. A un paso de cumplir nuestra patria su bicentenario, veo que unos mexicanos van por el camino recto que les dice su conciencia, otros caminan en círculos viciosos que no virtuosos –de diversa índole-. Otros añoran los tiempos idos como volver a la casa paterna o al vientre materno. Algunos sueñan y esperan los amores de otros tiempos. Al ver tanta ruina humana, tanto dolor, violencia y muertos en nuestra patria pienso que los países no estamos libres de perder el rumbo, temporal o definitivamente. Vamos hacia ninguna parte en medio de nada. Lo que para unos es luz para otros es oscuridad y viceversa. Un país sin acuerdos lleno de ciegos, sordos y cojos y el conductor del tren bordea el abismo. Obstinada apuesta es la mía: que en el último minuto del partido, respondamos con un sí a la vida.