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viernes, 30 de abril de 2010

Lo grande y lo pequeño

Dentro de nuestras realidades me llama la atención la correlación entre lo grande y lo pequeño y lo relativo de toda afirmación. Por ejemplo los microbios y bacterias en su pequeñez infinitesimal son tan poderosos que pueden dar cuenta de nuestras vidas en cosa de horas y toda la aparente y supuesta grandeza y fortaleza de un ser humano se ve súbitamente reducida a un despojo. Dentro de la naturaleza y en nuestro desierto no faltan las señoras moscas, sin distingo de su sexo. Pues bien las señoras moscas dentro de su pequeñez ejercen su poder y de ello da cuenta la sabiduría popular cuando dice: Aún el león se defiende de las moscas . Es decir no hay que despreciar al rival o enemigo pequeño…



jueves, 1 de abril de 2010

Honduras del otoño

La vida no es una operación aritmética, ni una ecuación ni una fórmula química. La vida es más un sendero y un arte que se practica caminando en el camino único de cada cual y en el camino humano de todos los que en este mundo han sido, somos y serán. Los ciclos estacionales se suceden y me detengo en el otoño. Ese tiempo es en el desierto es para mi,serenidad,hondura,nostalgia,saboreo del mundo que quedó atrás….El otoño en el desierto, guarda la memoria de nuestros encuentros, de nuestras meditaciones calladas y el relato de una tarde entre dos íntimos amigos. Somos, en el desierto, una cultura silente, donde lo importante va más allá de lo que nos decimos, callamos y escuchamos al otoño y su rumor. El otoño es el centro en el que nos encontramos y celebramos nuestra amistad. Es inolvidable, para mí, en este silencio otoñal  el mínimo verso de Kyoshi:

Él dijo algo,
Yo dije algo…
¡Qué hondura la del otoño!

lunes, 29 de marzo de 2010

Todo fue mar

Aquí, en el desierto de Samalayuca, me fue descubierto un hermoso lecho marino cuajado de caracoles y estrellas bajo el manto de arena. Sí, esto fue mar. Sentado en una duna escuché el murmullo marino aunque éste viajó 1500 kilómetros hasta mis oídos. En el viejo país del sol naciente, un amigo escribió sobre otro amigo, un mínimo poema que dice así:

Dijo: ‘Antaño, el mar
llegaba hasta aquí’
y puso más leña.

Sentados los dos amigos uno narra y el otro calla. Nos dice de la historia vieja del mundo cuando todo fue mar. Pasaron millones, incontables años, y ese mar en su juego y en su viaje se retiró. Ahí donde fue mar…dos amigos hacen una fogata. Uno evoca esa vieja historia geológica del mundo y haciendo una pausa silenciosa, puso más leña. Ardió el fuego donde una vez hubo agua. Fuego y agua.

sábado, 27 de marzo de 2010

Lo inesperado

Jaime, mi buen amigo, tuvo, a su vez, un amigo que lo frecuentaba a menudo y tan menudo que a veces caía inoportunamente a punto tal que provocaba incomodidad . Un día resultó ser el cumpleaños de Jaime y estaban a punto de salir para festejarse en un restaurante. De pronto llegó el amigo inoportuno y le dijo a Jaime que le quitaría 2 minutos. Esa petición levantó una ola de mortificación interior y Jaime le dijo que lo lamentaba pero que ya estaban saliendo de casa. El amigo insistió y le dijo: espérame aquí sólo un minuto. Dio la media vuelta se dirigió a su carro destartalado y volvió con una caja sencillamente forrada y al abrirla le dijo a Jaime: Feliz cumplaeñaos, me acordé de ti y te traigo este pequeño pastel. Jaime me contó que en ese momento sintióque la tierra se abría y se lo quería tragar de la pena, con lo cual aprendió qué tan ciegos nos tienen nuestros prejuicios, sobre los demás y con nuestros amigos…particularmente.