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miércoles, 4 de junio de 2014

Leños




GPH
El realismo y el sentido práctico distingue a los habitantes de nuestro desierto. Ante la escases de recursos materiales se guiaron por el principio de hacer mucho con poco. Ese mismo carácter realista les llevó a no fincar esperanzas  fácilmente. Cada invierno nuestros viejos rancheros recuerdan y trasmiten esta sabia convicción de siglos: Con leña prometida no se calienta la casa. Así que manos a la obra y cortar leña que el frío no tarda.

martes, 15 de abril de 2014

Leña,árbol

GPH
Cada cual  especializa su mirada ,tanto en el desierto como en el bosque. Quizá por ello La gente sabia de estas tierras suele decir cuando viene al caso: Fíjese bien `mijo'  que cuando se anda en el bosque hay gente que no ve los árboles ,sólo ve leña para quemar y no repara en que son árboles hermosos  y son seres vivos que hay que respetar. ¿Qué es respetar? Cortar sólo lo necesario.Si cortas un árbol planta otro.

martes, 21 de enero de 2014

Sólo leña.

-Tolstoi
Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego escribió Tolstoi. Esta observación es válida  en muchos campos de la vida y de las relaciones interpersonales. Se trata de una percepción selectiva,enfocada a un solo punto y excluyente de otros puntos de vista o, como se dice ahora, hiper especializada. ¿Podemos hacer nuestra propia lista? Si la hacemos estamos en el sendero de un cambio de conciencia global.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Comprender la vida






Cuando llegué a nuestro desierto aprendí a reconocer la llegada del invierno no por los anuncios de la Oficina Meteorológica sino por mi amigo Esteban quien me dijo: Cuando vea usted a los indígenas cortar leña apresuradamente durante varios días seguidos es porque el frio esta a la vuelta de la esquina. Nunca he olvidado esa sabia advertencia. Y cuando ha llegado el invierno resurge al interior de nuestras cuatro paredes y bajo la protección de nuestros fogones un sin número de recuerdos familiares y de nuestras infancias. Hay un hombre del desierto ,nuestro querido Carlos Montemayor que dejó escrito lo siguiente:
…Estoy aquí, en la casa, a solas.
Aquí están los muebles, el aire, los ruidos.
Tengo un sentimiento tan transparente
como el vidrio de una ventana.
Es como la ventana en que miraba la nieve al amanecer,
hace muchos años, cuando era niño.,
y pegaba la cara contra el cristal y comprendía toda la vida... [1]






[1] Memoria.

lunes, 29 de marzo de 2010

Todo fue mar

Aquí, en el desierto de Samalayuca, me fue descubierto un hermoso lecho marino cuajado de caracoles y estrellas bajo el manto de arena. Sí, esto fue mar. Sentado en una duna escuché el murmullo marino aunque éste viajó 1500 kilómetros hasta mis oídos. En el viejo país del sol naciente, un amigo escribió sobre otro amigo, un mínimo poema que dice así:

Dijo: ‘Antaño, el mar
llegaba hasta aquí’
y puso más leña.

Sentados los dos amigos uno narra y el otro calla. Nos dice de la historia vieja del mundo cuando todo fue mar. Pasaron millones, incontables años, y ese mar en su juego y en su viaje se retiró. Ahí donde fue mar…dos amigos hacen una fogata. Uno evoca esa vieja historia geológica del mundo y haciendo una pausa silenciosa, puso más leña. Ardió el fuego donde una vez hubo agua. Fuego y agua.

martes, 23 de marzo de 2010

Una rama seca

Las acciones más sencillas tienen escondido un mensaje para ser descifrado como aquel granjero nuevo en las llanuras de Norteamérica que preguntaba constantemente sobre las condiciones del clima hasta que un día un anciano indio le dijo. Tú observa a los indios, cuando los veas cortar leña y acarrearla afanosamente quiere decir que el invierno y la nieve están por llegar muy pronto. Santôka, poeta, japonés, escribió con brevedad:

Con viento
recojo una rama seca
y sigo caminando


Esta sencilla y hermosa brevedad nos sugiere que las ramas secas son las que se dan cuando ha entrado el otoño y se desprenden de los árboles abatídos por el viento. El anciano recoge una rama y podemos imaginar que luego otra y otra y sigue caminando de vuelta a casa para alimentar el fogón de vida y calor.