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lunes, 21 de marzo de 2016

Otra revolución


Oh, nuestra paciente tierra
Oh, nuestra dolorida tierra
Oh, nuestra hastiada tierra

y por eso, por pura sobre vivencia...

"Los árboles se hartaron de nosotros
-de nuestras hachas y moto sierras-
y comenzaron a incendiar ciudades"

Me recordó a los rancheros del desierto cuando dicen
"ahora ,los patos les tiran a las escopetas..."


--Inspirado por mi amigo Carlos Aymi





sábado, 31 de octubre de 2015

Así como ellos ,yo plantaré


Algarrobo
Recuerdo que me impresionó intensamente el primer día de clases en mi colegio de primaria. Olí a pintura fresca, el pizarrón resplandecía y los mesa bancos o pupitres estaban recién pintados.Miré por la ventana y observé un campo deportivo y unas plantas, todo bien cuidado.  Me dije: alguien , sin conocerme pensó en mí, en nosotros, en nuestro primer día de clase y en el tiempo que pasaremos en nuestra escuela. Una de las cualidades humanas que más aprecio y agradezco a nuestra gente en el desierto es : pensar y actuar teniendo presente a los demás que tienen similares aspiraciones a mí,aunque no les conozca.Recuerdo con gratitud unas lineas que me regaló Diana Clara una buena amiga:   Así como ellos, yo "Caminaba Joni y vio a alguien plantando un algarrobo. Le preguntó: -¿Dentro de cuanto tiempo dará frutos?  -Dentro de 70 años.  -¿y tu piensas que vivirás setenta años más y alcanzarás a comer de sus frutos?  - Cuando yo vine al mundo  -explicó el hombre-  ya los encontré poblado de algarrobos.  Así como mis antepasados plantaron para mí , así  planto yo para mi hijo (Toanit 20)

domingo, 2 de marzo de 2014

Hermosos abedules

Eucaliptos en Australia
Pinos en los Alpes
Maples en Canada
Sequoyas en California
Quinas en Peru
Talas en Argentina
Abedules en Rusia
Blancos abedules
altos abedules
hermosos abedules
Nosotros pasamos
Ellos se quedan 
nos hacen un guiño
de ojo...









































































































































































































































miércoles, 8 de enero de 2014

De otra manera

Los árboles nos antecedieron en la historia de la evolución de nuestro planeta . Ellos fueron y ellos son. Los árboles son seres que se hunden en la tierra y aspiran al cielo.En su silencio crecen pero no cambian de lugar. Con su postura nos dicen que ellos le dan buena cara al sol y a la noche, al viento y a la nieve. Cuando el ser humano apareció en este planeta descubrió en los árboles el valor de la sombra, el punto de referencia en el camino,el alimento y el sin fin de usos derivados de su madera. Para ello el árbol tenía que morir. Pero, un día, los árboles sonrieron al descubrir que la llamada muerte era sólo una transformación para vivir de otra manera,convertidos en mesa, guitarra, balsa, silla, lápiz, papel, viga, techumbre, cerco, puerta,calor en invierno y pequeña caja donde un día descansarán nuestros restos.

martes, 17 de mayo de 2011

Huellas



La existencia humana es una sucesión de impresiones, instantes y experiencias. Registramos a través de las ventanas de nuestros sentidos lo que el mundo y la vida nos ofrecen. Lo que vivimos  se comprende como instantes vivos que se sienten  y sólo después podemos volver sobre lo vivido  -y aprender algo valioso de las huellas que nos quedan en la dimensión física y psíquica: Desde el ombligo hasta la autopsia, la vida es una colección de cicatrices. Nos parecemos a los árboles que en su corteza guardan la memoria del sol que los quemó y el granizo que quebró alguna de sus ramas. Estar en este mundo y bajo sus condiciones, es reconocer que  nadie pasa por esta vida sin alguna cicatriz en el cuerpo o en el alma. 

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ramas del mismo árbol


A un buen amigo mío, hombre de campo, hombre del desierto lo llevaron sus hijos a un viaje a Europa, por primera vez en su vida. Dentro de las muchas anécdotas que me refirió se me quedó grabada una expresión suya referente a un gran centro cultural como el Georges Pompidou en París. En ese centro vio reunidas exquisitas muestras de pintura, música, escultura y arte contemporáneo. Cuando uno de sus hijos le preguntó por sus impresiones le respondió: Esto es hermoso, sólo sé que todas esas artes son ramas del mismo árbol, así como en el rancho. Todas crecen del deseo de expresar para los demás lo mejor que llevamos dentro. Eso es Arte. Pocas veces he escuchado una expresión definitoria tan sencilla, clara y contundente de un ser humano con la escasa primaria terminada pero graduado con honores en la universidad de la vida.


martes, 2 de noviembre de 2010

De mi paisaje, en pocas palabras

Dolores Castro, nuestra querida Lola, que el Huizache -Acacia farnesiana- es callado, de pocas o nulas palabras y más allá del silencio nos entrega un regalo cada año:
Nada sabe decir
pero le llega un golpe de frescura
y en un gozo aromado
hasta las ramas
sube su flor,
dorada
como el sol que le quema.

¿Cómo es el perfil del Huizache?

Erizado de espinas se levanta
en la mitad del llano.
Su fronda
es una copa
de polvo.
Cuando la roza el aire
es una tórtola
triste de sed.

El Huizache en el verano

Ay, pero en el verano
en una sola flor
canta toda la tierra

He aquí lo grandioso en medio de la pequeñez: Toda la tierra canta en una sola flor, amarilla, pequeña.

martes, 23 de marzo de 2010

Una rama seca

Las acciones más sencillas tienen escondido un mensaje para ser descifrado como aquel granjero nuevo en las llanuras de Norteamérica que preguntaba constantemente sobre las condiciones del clima hasta que un día un anciano indio le dijo. Tú observa a los indios, cuando los veas cortar leña y acarrearla afanosamente quiere decir que el invierno y la nieve están por llegar muy pronto. Santôka, poeta, japonés, escribió con brevedad:

Con viento
recojo una rama seca
y sigo caminando


Esta sencilla y hermosa brevedad nos sugiere que las ramas secas son las que se dan cuando ha entrado el otoño y se desprenden de los árboles abatídos por el viento. El anciano recoge una rama y podemos imaginar que luego otra y otra y sigue caminando de vuelta a casa para alimentar el fogón de vida y calor.