Llega una generación humana a este mundo,
está por un tiempo y se va. Algo recibimos de la generación previa y algo
dejamos a quienes vienen detrás de nosotros. Esta es la vida. Algunas personas dejan bienes materiales a sus descendientes en cantidad variable . Sin
embargo hemos visto cómo las herencias se evaporan, se esfuman como agua entre
las manos. El recordatorio de quienes nos precedieron en el desierto dice así: "La herencia se acaba pero el buen hacer
queda”.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
sábado, 17 de octubre de 2015
viernes, 16 de octubre de 2015
De escarabajos y gacelas en el desierto
Los seres humanos, en
nuestra forma de mirar a la realidad y en la forma de comunicarla tendemos a
maximizarla o a minimizarla por diversas razones. Una de ellas es el afecto, cariño,amor,odio,etc
que nos pueden llevar a deformar la realidad. Por eso decimos que todo depende
del cristal con el que se mira y nuestros ojos son esos cristales que pueden
ser limpios y transparentes u opacos y distorsionados. Estas observaciones son
familiares para nuestra gente del desierto y hay una frase que va de boca en
boca y resume lo dicho plásticamente: ‘Todo escarabajo es una gacela para su
madre’ y ,por igual, para el padre.
jueves, 15 de octubre de 2015
El nudo
Nuestros
desiertos compartimos un fondo milenario
de experiencias convertidas en poética, literatura, dichos y proverbios de
trasmisión oral. La temática es dilatada, generosa y toca los aspectos
relevantes de la vida humana, las relaciones con la natura y las preguntas fundamentales
que nos hacemos mientras estamos con vida en este desierto. Uno de esos temas
es aprender, desde pequeños, el ser responsables de la vida que se nos ha
prestado. Nuestros viejos ,hombres y mujeres, les recuerdan a las nuevas
generaciones figuras indelebles como la
que dice: ‘Quien con su mano el nudo
hizo, con los dientes lo deshaga’ para que aprendamos a responder de nuestras
acciones sin excusas, sin buscar culpables y sin transferir a nadie las
consecuencias de nuestras acciones. Esta es la ética de la palabra, de la
acción y de la vida .
miércoles, 14 de octubre de 2015
El enfado y la mar en calma
Solemos
pensar en que el ambiente geográfico influye en nuestro ánimo: que si mucho
calor, que si mucho frío, sequedad o humedad. Algo hay de razón en ello. El
entorno social, las relaciones interpersonales y la idiosincrasia de cada cual
tienen su importancia específica. Lo cierto es que en el campo, en la ciudad y
en el desierto los seres humanos sentimos, nos alteramos y nos serenamos. Todos
estos cambios en nuestro estado de ánimo se registran en anotaciones orales, en
dichos y proverbios que van de generación en generación. Siendo como somos
gente del desierto ,el enfado suele presentarse de vez en cuando y decimos : ‘El
que se enfada que beba el agua del mar’ Esta sentencia alude que sólo algo más repelente
que el mismo enfado nos puede ‘calmar’ . ¿Y qué es ‘calmar’? Como la palabra insinúa
es alcanzar un cierto grado ‘mar en calma’ ó ‘serenidad’.
martes, 13 de octubre de 2015
Nuestras bibliotecas del desierto
Imaginemos el día con
día de nuestra vida en el desierto desde siglos
atrás. No luz eléctrica, no ferrocarril, no carreteras. Sólo caballos.
Muchos caballos y las piernas para caminar. ¿Noticias? Sólo las que trae el
viento diciendo que se acerca la humedad y más tarde un aguacero, que pronto
llegará el calor, que no tardará en bajar el frío del norte hasta helar y
nevar. Las otras noticias, las de los humanos y sus alegrías y tristezas son
de hace un minuto cuando se inventaron los periódicos, las revistas, la radio y
todo lo demás. Aún hoy en nuestros ranchos, en pleno siglo 21 cuando el sol se
esconde la gente se reúne junto a la estufa
-sea de leña o gas- y comienza la ronda del último alimento, café, la
tortilla de harina y se cierra el día con historia, historias del día, del
campo,de los animales y de los forasteros,de los que van a llegar y de los que
ya se fueron. Los viejos,nuestros viejos son el pilar de nuestra tierra. Aquí
la cultura es conservada con lealtad en la memoria de nuestro pueblo.Nuestra
bibliotecas son humanas. Cuando se nos muere un anciano, una anciana, se muere
con él y con ella una biblioteca y por eso procuramos salvar en vida, con la
memoria, las huellas de sus cuentos, la huella de sus dichos y proverbios, sus
historias de otros tiempos -que como lampara de aceite, ilumine nuestro
presente vacilante y nuestro incierto futuro.
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