Cuentan que Carlomagno, el gran emperador, se enamoró de una muchacha alemana y ardió en pasión por ella y descuidó los asuntos de su imperio. Un día la muchacha murió súbitamente. La corte pensó que con ella se aplacaría la pasión del emperador. No sucedió. La muchacha fue embalsamada y Carlomagno la tuvo en su aposento .Preocupado el Obispo por la obsesión de Carlomagno inspeccionó el cadáver y encontró debajo de la lengua un anillo con una piedra preciosa y lo retiró. Carlomagno cambio su pasión por la muchacha enamorándose del Obispo. Temeroso ante este giro el Obispo tomó el anillo y lo tiró al lago Constanza. Carlomagno se sintió súbitamente atraído por el lago y edificó en su orilla un castillo y ahí paso el resto de su vida en contemplación melancólica. ¿Fue el amor a la muchacha, la necrofilia, la homosexualidad el lago Constanza lo importante? o ¿Fue el anillo lo que hizo girar a todos en torno a sí?. ¿Cuál es el anillo que nos hace girar hoy a todos? ¿La droga y sus negocios, el consumo ilimitado y su espejismo de felicidad, el poder calculado e invisible que mueve a los títeres? Circulo gracioso y círculo vicioso.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
domingo, 31 de enero de 2010
sábado, 30 de enero de 2010
Surcos
¿De dónde te han salido esas rayitas? Le pregunté un día a mi tía cuyo rostro abundaba en huellas del tiempo como abundantes son las pisadas de los migrantes rumbo al norte de sus esperanzas en el desierto mexicano. Los surcos en el rostro de mi tía, según me dijo ella despreocupadamente y sin rendirle pleitesía a los cosméticos excepto al agua clara y fresca y al jabón están desde el momento de nacer como semillitas que plantadas en los surcos microscópicos de nuestra piel florecen con dignidad un día. Así que, no hay nada nuevo bajo el sol, los surcos no son caricaturas de un ser humano que ha vivido bajo el sol y el viento; son prueba de haber vivido, de haber reido, llorado y de ver largamente en el horizonte del desierto.
viernes, 29 de enero de 2010
Los trabajos de la imaginación: el silencio
Definir es uno de los verbos preferidos de la mente occidental, es decir, poner límites y destacar lo de adentro y lo de afuera, lo que es y lo que no es o lo que pertenece y no pertenece. Definir es el esfuerzo por comprender, por entender la realidad de las cosas de las personas y de las ideas. El silencio es un aspecto inefable de la realidad, es decir, del que no se puede hablar y definir. Sin embargo, la poesía tiene recursos maravillosos por su brevedad y concisión que deja libre el vuelo de la imaginación. Si queremos saber y sentir qué es el silencio, escuchemos esta imagen:
El viejo estanque
un sapo salta en él:
Plop! - Silencio...
- Inspirado por Basho: El Viejo estanque
jueves, 28 de enero de 2010
De gota en gota y sus quehaceres
En el origen de los tiempos y de los mundos en los que flota y gira nuestro mundo nacieron las aguas .Las aguas comenzaron de gota en gota y formaron las profundidades insondables, las extensiones inabarcables. Desde entonces las tareas del agua siguen el mismo patrón, todo se da de gota en gota hasta que la débil e indefensa gota gracias a su paciencia perfora la roca, abre senderos y llega al mar. La gota se cuela, se escurre, todo lo penetra, crea musgo, deja huella para que sepamos que por ahí anduvo. A ciertas personas las veo como grandes olas, estruendosas y anuncian su presencia a leguas de distancia. Otras en cambio, son calladas, persistentes, siempre presentes y trabajan a largo plazo, a muy largo plazo para enseñarnos que la vida no es una carrera de velocidad para llegar a nuestros términos, sino una carrera de resistencia. De gota en gota se llena la olla. En las cosas del corazón no son las grandes demostraciones las que convencen, necesariamente, sino los pequeños detalles amorosos, como esos que se tienen a lo largo de los años el tal Luis y la tal María y también el tal Julio y la tal Maga.
miércoles, 27 de enero de 2010
Red de redes
La enredadera es una prístina presencia en la piel de la tierra. La enredadera hecha de red de redes que semejan a todo un bosque donde juega la luz a la esconde-esconde mientras se da un revolotear del verde en todos sus matices hasta derivar a casi el negro nocturno. Planta que destila el aroma de las interconexiones donde llega el momento en que no distingues ni el principio ni el final. Esta planta multifacética en su perfil, textura y aroma es viva emisaria de la aurora de los tiempos y vivo recordatorio para la mente y el corazón humanos, de nuestra íntima e inevitable interconexión e interdependencia con todos los seres humanos y con todos los seres vivos de este mundo. La en-red-adera sirve de inspiración para otros seres que se desenvuelven en este mundo tejiendo redes o nidos llámense arañas o pájaros. Los humanos son hábiles para tejer redes de comunicación, de negocios sin olvidar, por supuesto, que el arte de amar es en buena medida en arte de crear una fina red sentimientos, emociones, acciones que nos mantienen en contacto. Sea una madreselva o jazmín de Arabia en un jardín hogareño y recoleto, la pared de piedra es el suave lecho donde la enredadera se desliza repta en busca del cielo y del sol mientras deja su cauda de aroma que me recuerda que el mundo es, pese a todo, un jardín.
martes, 26 de enero de 2010
El retorno
Alternan el trabajo y el descanso, el día y la noche, marchar a tierras lejanas y volver a casa o partir a las trincheras y retornar mutilado. El anhelo es el mismo.El soldado anhela que sus palabras que viajan de su boca a las más apacibles de las playas amadas, puedan anclar en su vientre, remanso de quietudes. El regreso es vivido, teniendo como horizonte la casa paterna, el hogar, el fogón, el vientre, las onduladas planicies familiares. Cada vez que el perpetuo ciclo del año termina, se aviva el anhelo en todo aquel que vive un exilio o migró a tierras lejanas movido por el hambre y la aventura, el amor o el destierro.
lunes, 25 de enero de 2010
Trabajos y trabajos
Así como el niño o la niña nace en el momento en que se le corta el cordón umbilical y respira y late por sí mismo, así también este planeta comenzó a vivir, fluyó su sangre hecha ríos y sus ríos convertidos en mar. Desde entonces el mar no conoce el sosiego de las pampas y de los llanos. Mi buen José Emilio Pacheco tituló uno de sus libros inolvidables: Los trabajos del mar. Nunca mejor dicho. El mar, como un Prometeo, como un Sísifo está atado a sus trabajos hasta cuando el mundo deje de ser mundo -pues no puedo omitir el recordatorio trágico que dice: todo lo que comienza…termina. Eso,eso no lo veré.
domingo, 24 de enero de 2010
Escrito a lápiz
En mi primer día de escuela fui equipado con un lápiz y su respectiva goma de borrar en su cabecera. Un lápiz amarillo por fuera No.2 La marca: Eberhard Faber No.2. A los niños no se nos permitía entonces usar la pluma y el tintero. Esa arte vendría después. Al comienzo fue el humilde lápiz para hacernos hábiles a través del acierto y el error en darle forma a las letras. Planas y planas llené en cuadernos doble línea. Un lápiz o grafito de las entrañas de la tierra. Un lápiz presencia de lejanos árboles procesados en Alemania y gastados hasta convertirse en miniaturas coleccionables a fuerza de escribir. Un lápiz para lo efímero que no tendría mayor importancia que practicar y practicar. A fuerza de practicar un día soleado pude articular mis primeras palabras y llegó el día en que descubrí su sonoridad, su ritmo, su íntimo calor y su mensaje al viento. El lápiz, el inicio de un largo camino que después se transformó en tinta y letras. Pero un lápiz fue el vehículo para descubrir el lejano aroma de los bosques al comienzo de la jornada mientras mi sacapuntas o tarjador hacía su trabajo. Hoy tengo aún mi lápiz amarillo para aquellos apuntes breves, sencillos, efímeros de los cuales digo: están escritos a lápiz.
sábado, 23 de enero de 2010
Profecía cumplida
Ll egado el fin del año viene a mi mente que este es el tiempo en que solemos reunirnos los que hace unos días fuimos niños .Hemos conservado algo de niños, algo de jóvenes y lo demás se ha quedado en el camino, El buen humor hace su tienda en medio de nosotros y pasadas las horas se convierte en fogata de campamento en torno a la que ensayábamos nuestras primeras canciones. Estas reuniones vagabundean entre los vericuetos de la memoria y los anhelos para lo que queda al final del día de la vida. Mientras tanto hay una verdad que se destila entre broma y broma: ya somos aquello contra lo que luchamos a los veinte años.
viernes, 22 de enero de 2010
De algo me estoy muriendo
Tengo una amiga entrañable porque me recuerda cada vez que la veo que reírse de uno mismo nos distingue de cualquier otro ser vivo. En nuestras conversaciones solía comenzar con una expresión tan suya, tan propia como su propia piel: Me estoy muriendo de… y a fuerza de repetirla creó en mi un reflejo condicionado pues pasados los saludos yo le preguntaba: ¿y de qué te estás muriendo ahora? Para un cumpleaños suyo le dejé una nota escrita con unas líneas de Fernando del Paso que ella celebró sonoramente:
III
De sed, de risa,
de calor,
de miedo:
de algo, siempre, te estás muriendo:
cuando no de frío, te mueres de sueño.
Cuando te mueres de frío,
pareces un muerto vivo.
Cuando te mueres de sueño,
pareces un vivo muerto.
De todo, niña,
te mueres un tiempo.
jueves, 21 de enero de 2010
Recuento
Los recuentos son operaciones de la imaginación para contarnos otra vez lo que hemos vivido, lo que hemos soñado y lo que se nos ha ido. Los recuentos larguísimos se hacen navegando durante 365 días y los breves recordando sólo los 12 meses. En esta ocasión me permito regalarles un ejemplo lúdico amoroso de recuento escrito por mi buen Fernando del Paso:
VII
Niña: te dejo todo el año
Cuando yo me muera,
allí está todo el año:
tómalo.
Cuando yo me muera,
cómprate un calendario
y por cada mes que todavía me quieras,
deshoja la hoja,
arráncala, arrójala:
A enero,
mándalo al cielo.
A febrero,
con mis camisas.
Con marzo,
envuelve una rosa.
Y hazte con abril
un barco
que navegue despacio,
hasta mayo.
A junio,
dile que me salude a julio
y mándalos a los dos
por un embudo.
Y con agosto,
amada mía,
cubre tus pechos
para que se incendie el día.
Cuando yo me muera,
allí está septiembre:
bésalo.
Con octubre,
haz un cometa,
y con noviembre,
su cola.
Y a diciembre deshójalo
y jura que al mismo tiempo
si me quieres, no me quieras,
si me olvidas, no me olvides.
miércoles, 20 de enero de 2010
Lo uno y lo otro
Nuestra mente esta amaestrada para pensar en forma de opuestos como bueno y malo, arriba y abajo, masculino y femenino. Más aún nuestra mente tiene otra ardua tarea como el salir airosa de los mil y un dilemas en los que se mete. Comprobación de lo anterior es el nudo complejo que se ajusta cada vez más entre el pensamiento, el sentimiento y la acción. En la vida diaria vuelvo la vista a un brevísimo texto que me acompaña desde hace tiempo sin fecha: Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón. Esta manera de vivir nos evita falsos dilemas, disyuntivas y bifurcaciones. Se trata de vivir ese camino medio que es el menos común de los caminos en este mundo que gusta tanto de los extremos.
martes, 19 de enero de 2010
Nuestra Edad
La edad es una forma de periodización de la historia humana o de la historia natural. Por tanto podemos dividir a la historia en las clásica Edad de Piedra, Edad de Bronce, Edad de Hierro y las edades de la historia humana son la Edad Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea. Desde la perspectiva del conocimiento y del desarrollo de la conciencia humana también nos referimos a periodos como la Edad de las tinieblas, la Edad de las luces, la Edad de la ilustración, Edad del conocimiento, Edad del pensamiento confluente y Edad de la conciencia humana unificada. Dentro del largo y lento caminar humano los filósofos, los literatos y poetas han dado cuenta de ese proceso, poniendo ante nuestros ojos a las tinieblas formadas por un desfile de poder, la arrogancia, el afán de superioridad, la envidia y los deseos de gloria y de dinero reducidos a polvo. Y en contraste otros escritores, artistas y filósofos alaban aquellos aspectos que vuelven habitable el mundo y tornan la vida en algo digno de ser vivido. Una vez más, hice mi ensayo y pregunté a mis amigos, a mis cercanos e íntimos: ¿cómo sientes a nuestro tiempo mexicano en este siglo 21? Una respuesta fue casi unánime: estamos en otro periodo o Edad de tinieblas. Tinieblas, ¿qué significa en nuestra vida nacional? : es sinónimo de ignorancia, de desconocimiento, que denota cuánta incultura, obscurantismo, atraso, confusión e incertidumbre vivimos por causa de un vacío en la educación y formación humana de nuestros jóvenes. Por eso hoy se percibe nuestro entorno cuajado de obscuridad, lobreguez, tenebrosidad, opacidad y penumbra.
lunes, 18 de enero de 2010
Llegada la hora
El cuerpo de un poderoso de este mundo muerto. Ataúd, flores, esquelas, loas, murmuraciones, perfumes, lentes oscuros, caras de ocasión, más flores. Pasado el rito nace el mito y todo baja a la tierra. En el otro lado del mundo un terremoto se devora a cien mil pobres negros, olvidados del cielo y de la tierra pero más familiares con la tierra de cuyo lodo y polvo nunca se despegaron. Sin ataúd, sin flores, sin esquelas, sin murmuraciones, sin perfumes, sin lentes oscuros, sin caras de ocasión los cien mil pobres negros son apilados por las maquinas excavadoras. Abren un hoyo tan grande como un circo, tan grande como un stadium y ahí los dejan rodar, caer, y con el sólo ritual de las toneladas de tierra son cubiertos .Poderoso o pobre de todo poder, ahí quedan todos los cuerpecillos humanos. Arriba una nube de moscas sonríe. Ha llegado su hora.
-Homenaje respetuoso a los caídos en el terremoto de Puerto Príncipe. Enero 2010
-Homenaje respetuoso a los caídos en el terremoto de Puerto Príncipe. Enero 2010
domingo, 17 de enero de 2010
Pasando el tiempo
En lo cotidiano el verbo pasar ocupa un buen espacio. Pasa el tiempo, pasan las horas, pasan los días, pasan las estaciones, pasa la vida, pasan los buenos y los malos tiempos. Esta comprobación es sencilla, de sentido común decimos. El asunto es otro cuando preguntamos ¿cómo pasa el tiempo en mí, cómo pasa el tiempo en ti? La respuesta suele ser, a veces, breve, cortante: No me preguntes cómo pasa el tiempo. Por cierto, esta respuesta es el título de un poemario de José Emilio Pacheco. En el pasar de tiempo hacemos un espacio que suele llenarse con las preguntas sobre la vida diaria, las acciones y contradicciones políticas, el para qué sirve la poesía, la dicha de vivir con algo de humor, cómo afrontar los días sin sol o de desolación, el intento de desterrar o quitar de la tierra a la solemnidad que nos rigidiza e impide que en cada instante de la vida saquemos relucir nuestra parte de niño, nuestra inquietud de ser joven aunque peinemos canas.Redondeando este punto me quedo con aquello del buen Emmanuel Kant de hace doscientos años:No somos los que decimos que somos sino lo que hacemos.
sábado, 16 de enero de 2010
Beber
Beber es también beberse el mundo de un sorbo cuando nos mueve una pasión o el ansia desmedida por algo. Beberse los vientos o beberse las propias lágrimas. Beber es lo opuesto a dejar correr a desperdiciar el preciado líquido del que se trate. Te bebo con mis ojos le decía el tal Julio a la tal Maga. Beber hasta la última gota para agotar lo amado. Bébeme hasta que tu cuerpo navegue en mí o yo me sumerja en ti. Beber es convertir al otro en líquido, es un rito sutil, suave, espléndido y total. Si te como y si me comes quedan restos pero bebernos es convertirnos en sangre de tu sangre y sangre de mi sangre donde sólo se llega al nuevo mar rojo. Los enamorados muestran la potencia de su amor diciendo: te quiero comer. Un amor menos ostentoso dice, te bebo toda, bébeme todo hasta sumergirme en tu amor oceánico. Así se amaron el tal Julioy la tal Maga.
viernes, 15 de enero de 2010
A la deriva
Mi ensayo es preguntarle de vez en cuando a mis vecinos, a mis cercanos, a mis íntimos sobre alguna metáfora que describa nuestro tiempo mexicano inscrito en el tiempo de esta pequeña nave planetaria que fluye en la Vía Láctea. ¿Cómo ves a México hoy? Una respuesta fue: como isla a la deriva. Me quedo en el término, deriva, que sugiere pérdida del rumbo, falta de gobierno de la nave, quedar a merced de las olas y de las circunstancias. Hago constar que cada ser entrevistado responde con una sola metáfora y la suma de éstas forma, para mí, un cuaderno de navegación que registra la condición fugaz de lo humano y el arrasamiento de su entorno. La metáfora es una aproximación a la realidad y como toda aproximación es limitada y al mismo tiempo nos mueve, nos conmueve para la acción.
lunes, 11 de enero de 2010
Cosa de colores
Estaban los niños aprendiendo en su clase de historia natural algo sobre la luz. Descubrieron que los colores son la luz fragmentada y que la luz es la suma de los colores. La cosa se complicó cuando uno de los niños preguntó ¿porqué a unos no les gusta el negro y llaman negros sucios y ladrones a otros y a otros no les gusta el rojo y les dicen comunistas y a los que son amarillos les dicen chinos mentirosos. ¿Y el blanco? Ah, el blanco dicen los que se llaman blancos que es mejor color, pero para los que no son blancos, el blanco es tan feo como puede ser el negro el rojo y el amarillo. Por último están los que se llaman verdes que defienden todo lo que es natural, a la tierra con sus bosques, plantas y animales, el aire y el agua. Y así continuó la marcha, la danza y los gritos sobre los colores. Esa es parte de la historia humana. Un día nos olvidamos de la luz y nos quedamos cada cual con su color excluyendo a los otros. Tal vez cuando un día se dijo: Hágase la luz y la luz se hizo y brillo en medio de las tinieblas, lo que se quería dar a entender es que más allá de tu color y mi color esta la luz que nos une, que nos integra. Algunos de los problemas con la percepción de la luz, los objetos y los colores son la miopía y el astigmatismo, el estrabismo sin olvidar al daltonismo pero la peor enfermedad de la vista que afecta al cerebro, al alma y al espíritu de nuestro planeta completo es… el racismo –que invariablemente tiene que ver con un color, sea blanco, negro, rojo o amarillo y se olvida de que existe la luz.
domingo, 10 de enero de 2010
Las abuelas
Tuve el honor de ser invitado a un club de libro de abuelas. Sí, el denominador común fue que un grupo de mujeres compartían el amor a la literatura y además la mayor parte de ellas eran abuelas, abuelas viudas, abuelas divorciadas, abuelas luchadoras, abuelas que poco tenía de viejas y mucho de muchachas. En esa ocasión conversamos sobre las escritoras de poesía y al preguntarles cuáles son los tres temas más importantes para las mujeres recibí este resumen en tres tiempos. La abuela más joven del grupo tomo la palabra y nos dijo: a las mujeres nos interesa cómo recuperar nuestro yo, nuestro ser después de tantos años, siglos perdidos. Anhelamos intensamente no ser una sombra sino recuperar nuestra verdadera imagen en el espejo de la historia. Otra abuela añadió: Por siglos hemos sido mudas en muchos sentidos. Queremos recuperar el don de la palabra, hablar en voz alta y escribir en alto relieve. Por último la decana de las abuelas con voz muy sabia comentó: nosotras deseamos, necesitamos, queremos ser amigas de nuestros propios cuerpos, queremos escribir en nuestros propios cuerpos que largamente hemos ocultado. Al despedirme mientras volvía a pie me pregunté: ¿cuáles son los descubrimientos urgentes que necesitamos hacer los hombres en nuestro propio continente desconocido?
viernes, 8 de enero de 2010
Coro a dos voces
La mar se mira libre pero de la orilla no pasa y a la mar vuelve
La mar brava revienta su bravura en la mansedumbre de la arena
La mar y la arena eterna historia amorosa hecha de besos y espuma
La mar indómita y al mismo tiempo dócil en su eterno vaivén
La mar que a su paso arrasa, baja la mirada en la orilla
La mar brava revienta su bravura en la mansedumbre de la arena
La mar y la arena eterna historia amorosa hecha de besos y espuma
La mar indómita y al mismo tiempo dócil en su eterno vaivén
La mar que a su paso arrasa, baja la mirada en la orilla
jueves, 7 de enero de 2010
Del sol
Hermoso es el sol y todo lo relacionado con él.
Estoy soleado en una playa de Chicxulub ,
me siento desolado como perro sin dueño,
me consolé al escuchar tu voz,
asolados los pescadores al volver con la lancha vacía,
me quedé dormido, desperté insolado.
¿Dónde escribo?
¿Dónde sueño?
En Solimonte.
miércoles, 6 de enero de 2010
Maestros pintores
Llegaron los conquistadores a estas tierras llamadas por ellos América. Llegaron después los misioneros. Entre las artes que trajeron destacó la pintura. Las Américas se llenaron de lienzos, el oleo cubrió los muros de los templos, palacios y casonas. El arte de pintar fue aprendido por los indígenas muchos de los cuales pudieron captar con maestría absoluta el brillo de una lágrima, los finos pliegues de unos labios rojos pero fueron incapaces de dejar su nombre en el óleo. No supieron ni leer ni escribir.Anónimos, los sin nombre. Alguna vez dejaron su autorretrato perdido, pequeño entre un grupo como toda firma. Más pudo su amor a la pintura, nos dejaron la huella de su alma a través de su mirada y de sus manos.
martes, 5 de enero de 2010
Morirse de algo
Durante un breve recorrido descubrí, entre mis amigos, que todos nos morimos de algo no importa si es ahora o dentro de 20 años. La lista es larga como, morirme de pena, morirme de tristeza, de pena, de envidia, de ganas, de hambre, de rabia, morirme de risa, morirme de amor, morirme de felicidad. Esto suena conocido. Tal vez, por esta razón, sea aburrido pensar en morirse simplemente como un reloj al que se le agota la cuerda o una vela que quema su cera. Los humanos nos morimos de algo y es señal de nuestra irrefrenable vitalidad, sensibilidad. Pareciera que lo interesante de la vida es morirse de algo y no simplemente moririse. Otra acepción es decir: me muero por comer esto o beber aquello o conocer Samarcanda, Basora, Estambul o Palermo. Los deseos son infinitos y tienen que ver con la muerte cuando digo: No quisiera morirme sin volver a la tierra de mis padres. Pero, cuando de veras nos muramos, alguien ajeno a nuestra vida escribirá en un libro la causa de nuestra partida del mundo visible y casi, infaliblemente, pondrá algo tan frio como, murió de infarto cardiovascular, pero de lo que ese ser quiso morir toda la vida, no se dirá una palabra en la constancia.
domingo, 3 de enero de 2010
Grabado en la mente, estampado en el corazón
Nuestro tiempo ha conocido una auténtica revolución científica y tecnológica en la que destacan los medios electrónicos de registro y trasmisión, datos, audio e imágenes. El teléfono, la radio, la televisión, los discos de vinilo, el audio y video casetes, los discos compactos y todo tipo de computadoras así como teléfonos celulares y aditamentos portátiles de música han transformado nuestra vida diaria. Sin embargo, hay dos maneras indelebles de guardar información importante y vital y por ello recuerdo a mi abuelo materno quien un día me dijo: Si quieres registrar algo grábalo lentamente en tu mente, si quieres registrar lo más importante en tu vida estámpalo en tu corazón. Cada vez que recuerdo quién fue mi abuelo, para mí, no dudo en considerar que le tengo grabado en mi mente y estampado en mi corazón.
sábado, 2 de enero de 2010
Nuestras viejas raíces
Cuando alguien me cuenta que nunca conoció a sus abuelitos siento una gran orfandad dentro de mí. Yo tuve el gran regalo de la vida de conocer y vivir con mis abuelos de carne y hueso y gracias a ese regalo he vislumbrado las raíces de mi vida. Esas raíces en última instancia, se enlazan, como voces viejas, con otras voces que nos hermanan. En estos tiempos, en que todo tiene un día de conmemoración o celebración, hago un espacio para que se escuche la voz de un poeta indígena otomí de nuestra gran patria mexicana quien les canta a los abuelitos: Se alegran los abuelitos. Despertaron las flores bellas, se alegró la madrecita tierra, los campos, los montes, se alegraron nuestros abuelitos, despertaron las estrellas, despertó la luna, caminó el agua clara de los ríos, se alegraron nuestros abuelitos.
viernes, 1 de enero de 2010
Esperando
A lo largo y ancho de la historia humana desde hace ciento cincuenta mil años hemos experimentado el surgimiento de voces que claman por la venida de un salvador, mesías o redentor sea hombre o mujer, sea humano o divino. En el mundo de los indígenas mexicanos de habla náhualt descubrí unas letras impregnadas de sabiduría que le dan un giro notable a esa antigua aspiración. Ese anhelo mirando al futuro es una realidad en el presente cuando un poeta indígena dijo: Ese hombre que todo lo puede y que todo lo sabe, nunca llegará; porque vive en nosotros se encuentra en nosotros, camina con nosotros, empieza a querer despertar, aún duerme.
-Inspirado por Natalio Hernández
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