viernes, 30 de octubre de 2009

Las miradas


Cuando las razones salen por la ventana y la palabra fracasa, la humanidad -que somos todos- llega a escenas como éstas. Primera escena. En la guerra de trincheras durante la primera guerra mundial de 1914-1918 los enfrentamientos de dos ejércitos se dieron a menudo en combates cuerpo a cuerpo, con bayoneta calada, mirándose a los ojos. He aquí la mirada recordatorio de un sobreviviente: solo un soldado –llamado por nosotros enemigo- pudo escalar el promontorio de nuestra trinchera y en ese instante se ensartó en mi bayoneta. Un aullido terrible, indescriptible me perforó los oídos mientras un borbotón de sangre emanó de su boca y sus ojos se quedaron petrificados mirándome. Fue al atardecer de mi primer día en combate. Ese día cumplí 19 años de edad y desde entonces sentí que dejé de ser humano. Segunda escena. En la playa Omaha el 6 de Junio de 1944 esperábamos el desembarco de los aliados y esa mañana llegó. Nuestra guerra, pese a las frases de los de arriba estaba perdida. Formé parte de un grupo de refuerzo, sangre nueva, carne de cañón en la lucha desesperada y final. En un abrir y cerrar de ojos tuve ante mí a la primera oleada de americanos e ingleses. Todo se redujo a tener en ese fino punto de la mira de mi fusil el centro de la cabeza de otro muchacho como yo y por primera vez en mi vida sentí cómo se deslizó mi dedo en el gatillo tibio. Todo fue un clic y desde entonces jamás he podido olvidar sus ojos, su mirada, su incipiente barba, el temblor espasmódico de su barbilla, el último suspiro. Yo lo maté y algo murió dentro de mí para siempre.



jueves, 29 de octubre de 2009

Las revoluciones

Hay palabras que nacen con estrella y otras nacen estrelladas, bien porque brillan en las alturas o porque estrellar y estrellarse significa hacerse pedazos. Desintegrarse. La palabra revolución con lleva la idea de evolucionar, cambiar, seguir el curso de un proceso vivo. Sin embargo, en la teoría y en la práctica política de los pueblos, la palabra revolución está cargada de asociaciones intensas, dolorosas, trágicas, sangrientas, justicieras, etc. Por otro lado, hay quienes creen firmemente, como el gran Walter Benjamín que gracias a las revoluciones se han evitado catástrofes humanas mayores: las revoluciones no son un motor que impulse a los pueblos, sino el freno de mano que las sociedades accionan cuando piensan que son conducidas al abismo. A lo largo de la historia se ha discutido mucho sobre el sentido de la revolución de la escritura, de las ciencias, de la tecnología, de las masas hambrientas y despojadas. Hoy hablamos de la revolución de las comunicaciones, de la información y del conocimiento. Sin embargo falta la gran revolución de la conciencia donde valoremos a cada ser vivo, al planeta con su aire, agua y tierra que habitamos pero que no es de nuestra propiedad. La gran revolución de la conciencia es la que nos permitirá no sentirnos opuestos, adversarios y enemigos a unos de otros sino pertenecientes a la única especie llamada humana. La gran revolución se dará el día que nos sentemos a diseñar un nuevo orden para nuestra convivencia donde el desarrollo material no sea ilimitado ni un fin en sí mismo y donde el mito de que la vida es un gran mercado donde todo se vende y todo se compra, pierda la importancia que le hemos dado. Como en muchos viajes el camino serpentea, sube y baja y se asoma al abismo. En ese momento es vital una revolución, un freno de mano.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Un guiño de ojo


Crecí pensando que la lengua era todo lo que teníamos para conectarnos entre humanos. Un día se acercó a mí una niña pelirroja y pecosa como un plato de leche con moscas. Formamos un grupo de juego y de pronto me quedé atarantado pues fui llevado por ella a un mundo enteramente desconocido para mi, al menos conscientemente. Me guiñó un ojo. Y con ese guiño me dijo todo y sin embargo no atinaba a descifrar qué parte de ese todo me estaba comunicando. Me quedó dando vueltas la cabeza y la barriga llena de mariposas. Desde entonces me encanta el lenguaje no verbal. Un guiño de ojo es cerrar un ojo momentáneamente quedando el otro abierto. Sinónimo de complicidad, simpatía y coquetería, este gesto es muy común en reuniones sociales entre personas que se despiertan interés mutuamente. Puede significar que la persona que te guiñó el ojo tiene una complicidad contigo, si es que te conoce. Si no te conoce y te guiña el ojo puede ser una provocación más sensual, tiene interés en ti. Si alguien está haciendo un comentario superficialmente verídico puede guiñarte el ojo y tú sabrás que es mentira lo que está diciendo. También puede ser una simple señal de que algo va a ocurrir o de acción para ponerte en alerta. Sea como sea los ojos son una fuente formidable de mensajes, hoy me quedo con guiñar un ojo, pero ¿qué tal eso de poner los ojos en blanco?

martes, 27 de octubre de 2009

Los sueños en el arca y el arca de los sueños


Los sueños en el arca y el arca de los sueños.El Arca es una palabra que me ha evocado contenidos mágicos y míticos desde tempranas horas de mi vida. Desfiló el Arca de la Alianza que bien, bien nunca comprendí qué contenía. Pronto apareció la enseñanza familiar resumida en esta frase: Cuidado hijo: En arca abierta hasta el justo peca. Para imaginar una especie de baúl lleno de las monedas de oro que habrían dejado bizco al propio Sésamo. Pero entre todas Arcas la más fascinante ha sido y es el Arca de Noé. Que si medía tanto por tanto, que sin estaban ahí sólo mamíferos y dejaron afuera a las aves y a los reptiles y qué decir de las bacterias, los microbios. Bueno eso no es para preguntones. Vagaba y divagaba imaginando la vida dentro del arca y a Noé dando de comer y contándoles cuentos a todos los invitados para sobrevivir ante el terrible diluvio. Hoy el Arca me sigue fascinando pues los 6 mil millones que somos en el siglo XXI ocupamos esta frágil Arca-nave que es la tierra que hace su viaje proceloso en la vía láctea. Que si nos alcanza la comida, que si el agua se termina, que si nos peleamos por el espacio, que si hay pasajeros de primera y otros de quinta, que si a quien no piense como el mandamás se le tira al fondo del mar amarrado por las patas es algo que vivimos todos los días. Pero el Arca también es la nave de nuestros sueños. Me pregunto ¿cómo son los sueños simultáneos de seis mil millones de pasajeros? Si cada uno contara un solo sueño tenido durante la navegación tendríamos cuentos para todo lo que pueda durar nuestro viaje por la vía láctea y tal vez entre todos nuestro viaje tendría un final feliz.

lunes, 26 de octubre de 2009

Las mil y las diez mil


Hay dos realidades que me tienen encantado, casi hipnotizado desde niño. La primera es haber leído Las mil y una noches que me reveló que la palabra Mil es igual que decir infinito. La segunda realidad es haber descubierto que los antiguos chinos, consideran que éste es el mundo de las 10.000 cosas. ¿Por qué? Porque para que algo suceda en nuestras vidas no se da una sucesión en línea recta geométrica de cusa y efecto sino algo más complejo. Se dan 10,000 relaciones simultáneas que hacen que la relación de una causa con su efecto sea algo muy simple. Decir 10 mil cosas es como decir infinito. Además no se da una diferencia entre el cielo y la tierra, entre el macrocosmos y el microcosmos. Somos un todo orgánico, no existen fronteras entre el ser humano y el universo en que se desarrolla su vida. La conexión entre dos acontecimientos no es para ellos de causa a efecto, sino de homología entre dos fenómenos que ocurran en el mismo instante. Por eso, preguntar ¿Estoy triste porque el cielo está nublado, o está nublado el cielo porque estoy triste? no tiene sentido para la visión china oriental que es integradora y compleja. Todo lo dicho, medianamente, se cumple en el amor humano. Un aparente y simple encuentro que cambia nuestra vida en una profundidad y altura insospechada, comenzó de manera simplísima, aparentemente, pues andado por la calle un tal y buen Julio levantó del suelo el arete de una tal y buena llamada Maga -que se le desprendió mientras se acicalaba el cabello bajo el aire otoñal impetuoso. Ahí concurrió el mundo de las 10,000 cosas que se transformó en Las mil y una noches…

domingo, 25 de octubre de 2009

A la una, a las dos y a las tres


Así decía la consigna para empezar el día, para iniciar una competencia, para tomarse la sopa y para echarse a la piscina con agua helada. A la una, a las dos y a las tres. Me ha fascinado este asunto del número tres y sé que desde la antigüedad de los tiempos humanos muchos hombres y mujeres, desde niños, han sentido la misma curiosidad. El estudio del número tres y de todos los demás números constituye la famosa numerología o estudio simbólico y mítico de los números en campos tan interesantes como las ciencias naturales y aplicadas, exactas, así como en el arte, la literatura, la historia, la filosofía y las espiritualidades. Pero hoy mi admiración se detiene en considerar aquello que me dijo una mujer ya viejecita con unos ojos aguamarina. No hay amor humano de dos. El amor humano es de tres. Ahora puedo imaginar que un tal Julio va por la vida y por otro camino, sin saber nada de nada, va una tal Maga. Ahí tenemos uno más uno, que ya son dos -sin dejar de ser lo que son: Uno.- Pero para que nazca la chispa del futuro amor hace falta el número Tres. El número tres es haber tomado el mismo tranvía sin saber nada de nada, el mismo avión o un café en la misma hora y en la misma esquina. El número tres se hace presente cuando ella dejó un día una pequeña nota dentro de un libro prestado en la biblioteca .¡Pasaron tres años!. Un día el tal Julio tomó prestado el mismo libro y encontró esa nota. ¿Qué decía? Quienquiera que seas, no tengo prisa, si lees este número de teléfono llama. Algo maravilloso puede nacer. Y así fue. Nació el amor. ¡A la una, a las dos y a las tres.!



sábado, 24 de octubre de 2009

La quinta esencia


Desde temprana edad escuché a mis padres y a mis abuelos referirse a la quinta esencia de las ciencias, el arte y el amor. Mi vívida imaginación navegaba en los más variados mundos tratando de visualizar a la quinta esencia. Anidando los caminos y los años se me hizo claro comprender que esencia es aquello que trata sobre la verdadera naturaleza de las cosas, lo característico y lo más importante. Para Empédocles el universo se componía de cuatro elementos o esencias: tierra, agua, aire, fuego. Para Aristóteles, había uno más, de índole superior, mucho más sutil: el éter... un quinto elemento, en griego 'pemptê ousia' traducido al latín por 'quinta essentia' que correspondía al elemento invisible que llena el universo. La 'quintaesencia' es lo más fino de una cosa, lo esencial y más puro. En el plano sencillo de la naturaleza observemos a una lechuga donde la tierra constituye su base ,el agua es el factor de cohesión que la mantiene unida, el fuego le permite madurar, el aire le hace crecer y el éter le da el espacio en el que se manifiesta y desarrolla. Comemos una lechuga, no sólo para alimentar nuestro cuerpo físico, sino también para alimentar nuestra mente, sentimientos … y nuestro espíritu. La quinta esencia es una expresión familiar para definir lo más puro y exquisito de una cosa en el plano material y en el espíritu como es la estética y el amor entre humanos o entre humanos y otros seres vivos. La quinta esencia está lejana a la banalidad y a la frivolidad que sólo es la cáscara de la realidad.





viernes, 23 de octubre de 2009

Experto en tierras y cielos


Don Güecho fue un buen hombre del desierto, fue mi amigo, fue jardinero. Hoy lo recuerdo. Grande fornido con generoso abdomen, gran conversador con sorprendentes pausas silenciosas, de enorme apetito a media jornada cuando el sol comienza a quemar inmisericordemente y se antoja un burrito, y una pequeña siesta bajo un árbol. Güecho está en la larga lista de maestros que la vida me ofreció. Fue experto en dos pasiones: observar la tierra que conocía como la palma de sus manos de tanto cavar los hoyos, acarrear la tierra depositar las semillas y abonar las pequeñas plantas de los, hoy, grandes árboles. Fue experto en conocer y escrutar todos los rincones del cielo visible de día y de noche con una especialidad: las nubes. Cada mañana dedicábamos un rato para otear el cielo y yo recibía una nueva lección magistral sobre el origen forma, aspecto y conducta de las nubes y su forma de actuar sobre nuestro jardín que deriva del término persa paradaeza o paraíso. Conocer a Don Güecho y ser amigos constituyó uno de los regalos de vida que experimenté a lo largo de varios años en mi refugio del desierto. Hoy como muchos buenos hombres descansa en paz, como tenía que ser, bajo un frondoso álamo plateado que él sembró con sus grandes, callosas y hermosas manos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Lo lejano, lo cercano


Decían en la antigüedad que los viajeros, los aventureros, los descubridores se atrevían a poner lo lejano cerca de los ojos de su pueblo.
Los periodistas y reporteros, sean gráficos o,  no hacen algo similar pues  ponen cerca lo que está lejos.
Los telescopios y los astrónomos hacen de lo inconmensurable algo familiar y así podemos hablar de las lunas de Júpiter como si estuvieran a la vuelta de la esquina.
Cuando vuelvo mi memoria agradecida a los tiempos de de mis queridas bancas universitarias siento que toda esa labor callada, generosa y buscadora de la verdad fue la divisa de mis maestros. Ellos pusieron ante mi vista, ante mi mente y sensibilidad lo lejano y casi inaccesible como algo cercano y familiar. Escribir, enseñar, comentar tiene ese propósito en común y esa es una de las tareas más nobles que florecen aún sobre la superficie de este planeta.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Qué hay?

Qué hay entre una letra y otra sobre el papel: vacío, silencio
Qué hay entre una lágrima y otra: silencio, vacío

Qué hay entre una inspiración y una expiración: vacío,silencio

Ese instante es la eternidad y la eternidad cabe en ese instante

lunes, 19 de octubre de 2009

Las Cartas recién horneadas...











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con 150 Cartas cada uno

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Tintailetras en Audio, CD 1 y CD 2
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domingo, 18 de octubre de 2009

El Paraiso


La gente del desierto como cualquier ser humano tiene anhelos y deseos. Un deseo constante es tener un jardín, pequeño, mediano o grande pero un jardín. Desde que se consigue el terreno urbano o rural, el jardín está en la mente y en el sentir de nuestra gente. En el desierto se valoran los jardines -no siempre se cuidan como debiera- pues una pequeña planta contiene a todo el verde del mundo. El jardín nos remite casi obligadamente al jardín mítico que fue este mundo y sus convivientes y que por varias sin razones perdimos y estamos en el exilio de lo que fue nuestra mejor forma de vida. A estas alturas recuerdo que en la antigua Persia acuñaron una querida palabra paradaeza de donde deriva paraíso que quiere decir jardín. Sea como fuere, en Persia como en el desierto chihuahuense, fincamos nuestra felicidad en tener y cuidar un pedacito de paraíso o jardín. Y si esto ya es valiosísimo qué decir de aquellas vidas que son tan buenas y fértiles de las que se podría decir que son un jardín, un paraíso para los demás seres humanos.

sábado, 17 de octubre de 2009

La hoja que cae


En cosas del amor y del creer cada cual tiene sus preferencias y no se diga sobre las opiniones ante nuestras acciones y sus consecuencias. Algunos seres humanos abrigan la esperanza de que vivan como vivan sus acciones no tendrán consecuencias y eso es tan curioso como desear estar bajo el aguacero y creer que uno no se mojará. Para otros seres como el buen Omar Kayyam la divisa fue ésta: Soy de los que creen que ninguna hoja cae del árbol sin que haya estado escrito desde siempre en el Libro del Destino. ¿Qué es el destino? podemos preguntar. Una respuesta aproximada es que toda acción de la que somos testigos en este instante se ha preparado desde el origen del tiempo a través de una cadena infinita de causas y consecuencias. Lo que un día sucederá con nosotros también será el producto de causas y consecuencias que vamos tejiendo de instante en instante. Ese es el Destino, nada está fuera de la esfera de las acciones humanas. Esta visión descansa en la fuerza de nuestras decisiones libres y en las responsabilidades que contraemos.[1]

[1] Inspirado por Amin Maalouf. Samarcanda

viernes, 16 de octubre de 2009

Me recuerdan

Caminé distraídamente y fui sorprendido por la esquina de la calle formada por una pared de adobe encalada que mostraba el paso del tiempo en una inscripción. Ese texto dijo así: Tus cabellos, tus manos, tu sonrisa recuerdan desde lejos a alguien que yo adoro. ¿Y a quién? Mayor fue mi sorpresa al dar la vuelta y leí: A ti. Firmado al pie distinguí una gran letra M y a continuación Yourcenar. Ah, sí, esa fue la segunda sorpresa para mi, el distraído . Sin duda, la sola letra M aludió a la gran Marguerite.[1]

[1]Inspirado por Marguerite Yourcenar Fuegos.Alfaguara,1982

miércoles, 14 de octubre de 2009

Nunca se sabe…


Allá en el desierto de Persia vivió la princesa Xirin descendiente del Shah. Esta mujer tenía cuerpo de palmera, caminaba como gacela, ojos como aceitunas, labios de dátil y una cabellera en la que uno se perdía en medio de sus rizos que descendían como el vuelo de las alondras. Xirin guió la vida de muchos hombres grandes, medianos y pequeños. El día que encontró en una plaza a los ojos que se fundirían con los suyos para siempre –aunque nunca vivieron juntos- le dijo al hombre: ¡Nunca se sabe…nuestros caminos podrían cruzarse! [1] Desde entonces, esa frase navegó todos los desiertos del Oriente y los hombres como las mujeres que buscaban el amor recordaban a la princesa Xirin. Los humanos solemos pensar en términos de para siempre y para toda la vida pero el amor suele llenar y unir profundamente, aunque nuestros caminos se crucen por unos instantes que serán recordados, a veces, para la eternidad.
[1] Inspirado en Samarcanda de Amin Maloouf

martes, 13 de octubre de 2009

¿De qué hablan los elefantes?


Si nosotros fuéramos tan hábiles y bien dotados como los elefantes africanos podríamos comunicarnos con otros humanos de una forma tan sencilla que no requeriría de los teléfonos celulares y otros adminículos electrónicos. Lo único que tendríamos que hacer es hablar en un nivel audible, pausado, casi pegado a la superficie de la tierra, y ella se encargaría de llevar nuestro mensaje a través de ondas sísmicas a lo largo de considerables distancias. Esta afirmación está basada en los estudios de Caitilin O´Connell-Rodwell que es estudiosa devota de los elefantes y de la ecología conductual mostrándonos las variadas formas de comunicación entre animales a través del impacto de ondas sonoras que viajan a lo largo de la supercfie terrestre hasta llegar a los oídos dispuestos para recibirlas. Me sorprende casi todo lo que procede de las investigaciones sobre otras formas de vida y su relación con nosotros. La claridad de los mensajes siendo precisos y concisos honra a lo que llamamos comunicación. Se trata de una vinculación directa sin el follaje de la verborrea a través de la limpia superficie terrestre. ¿De qué hablan los elefantes? Se avisan de la presencia de agua, comida, la amenaza de algún depredador o la cercanía de una posible compañera…

lunes, 12 de octubre de 2009

Ir más allá


Hay una iluminada expresión que dice por boca de Albert Einstein: los problemas de nuestra vida no se resuelven cuando aplicamos el mismo nivel de conciencia que los causó ... sino cuando desarrollamos una mirada amplia, honda, comprensiva y cuando vamos más allá de la situación problemática. Moverse entre los problemas es una suerte de navegación. Necesitamos estar abiertos para fluir y llegar más allá, hasta la otra orilla.

domingo, 11 de octubre de 2009

Votos y preguntas


Desde el desierto hasta el mar, desde el monte hasta la selva el país se llena de papel con rostros sonrientes que ofrecen su mercancía en el mercado electoral como si se tratara de la mejor papaya, el mejor pollo o la mejor zanahoria. Por eso me viene a la mente algunas expresiones escuchadas por aquí y más allá…

Voten voten, voten por los de arriba para que se olviden de los de abajo
Voten para que los representen hasta que los olviden
Voten por los que les dicen compañeros, amigos y luego te tratan como súbdito
Voten por los que dicen que te servirán y se servirán de ti
Voten por los que dicen que darán cuentas y te darán cuentos
Voten por que te suplican por tu voto y luego te hacen sentir que te hacen un favor
Voten por los que representan al pueblo hambreado, enfermo y sin trabajo pero ellos están rollizos, mofletudos y sienten que ya se sacaron la lotería con nuestro voto premiado.
Por eso, voten, voten que esta es la democracia que se ejerce cada dos, cada tres, cada seis años y cada vez es más de lo mismo…

3 Preguntas:

¿No será que el problema también es nuestro al no pedirles las cuentas claras?
¿No será que está en nuestras manos enviarlos a su casa o a la cárcel?
¿No será que las cosas están patas arriba y que ellos son los que están a prueba pero nos ponen a prueba a nosotros?

A ESTO SE LLAMA CONCIENCIA DE CIUDADANOS Y NO DE SUBDITOS, SIERVOS O ESCLAVOS…

sábado, 10 de octubre de 2009

Letras, palabras, oraciones


Sopa de letras

Boca llena de palabras

Las oraciones son letras, palabras
y su secreto es el
Silencio en el que viajan

jueves, 8 de octubre de 2009

Sólo la mitad...

Cuentan que Marco Polo el más grande viajero y explorador de este mundo fue consignado ante la autoridad eclesiástica para retractarse de las narraciones sobre sus viajes, aventuras y descripciones maravillosas del oriente enigmático desde Venecia hasta China. Se le considero un falsario, impostor y charlatán pero fueron acusaciones movidas por la envidia y la ignorancia. Pasada la gran tormenta el gran Marco Polo dijo socarronamente y con humildad: ¡Y todo lo dicho por mi fue la mitad de todo lo que vieron mis ojos! Con toda modestia, sea dicho, que quien ha vivido en el desierto sólo cuenta a sus pares la mitad de lo que el desierto es…

miércoles, 7 de octubre de 2009

Limpia botas


Las antiguas narraciones de los pobladores del desierto cuentan que las hoy ciudades de la modernidad fueron hace doscientos años aldeas polvorientas, con calles polvorientas en días y en otros un mar de lodo y fango enriquecido con excretas humanas y animales alimento y divertimento de las moscas. De ahí surgió uno de los primeros oficios de la Nueva España: el limpia botas. Podía comenzar siendo niños de 10 o 12 años y seguían en ese oficio hasta que el peso de los años les hacía besar la tierra de donde había surgido. Sí, fueron limpia botas que desprendían las costras de detritus adheridas en las botas a manera de armadura medieval. Precisemos que se les llamó limpia botas y no limpia zapatos pues el calzado universal de entonces fue un par de botas, para montar a caballo y protegerse de las inclemencias del camino y del tiempo. Hoy, en el siglo veintiuno, hemos evolucionado y los mismos niños de 10 o 12 años se llaman lustra botas, aunque no sean muchas las botas que lustren. El calzado de hoy poco tiene que ver con el lodo, el fango, el detritus y suelen acusar, solamente, una fina capa de polvo urbano mezclado, eso sí, con hollín de los carburantes suspendidos. Ya es avance haber pasado de limpiar botas a lustrar botas. Sólo me queda una pregunta ¿y por qué los niños de ayer y los de hoy con sus escasos 10 o 12 años pasan su temprana vida limpiando o lustrando botas en lugar de estar en una casa caliente, con comida en la mesa y escuela donde puedan iniciar sus primeros vuelos por este pequeño gran mundo con la compañía de iguales y de profesores que les guíen?

martes, 6 de octubre de 2009

Sacar la lengua

Sacarle la lengua a alguien. (1)Es el recurso original de nuestra especie. Cuando las piedras, los palos, el fuego y la palabra no bastaban los humanos sacamos la lengua. La lengua duerme como dragón, como serpiente, como león, como espada. Se transforma según las circunstancias del entorno. La lengua no sólo es el nombre de las palabras paternas y maternas que nos permiten comunicarnos y están consignadas en los diccionarios. La lengua es un ser vivo dentro de otro ser vivo y se despierta a veces sonriente, otras veces poética, sensual, seductora o como aprendiz de criminal y verdugo. Alguien vive detrás de la lengua y ese alguien la dirige. Hoy me quedo con esas imágenes simpáticas, humoristas, seductoras de quien le saca la lengua a alguien para enviar un mensaje donde las palabras no son necesarias como: ¿quieres o no quieres?

(1) Célebre fotografía de Albert Einstein

lunes, 5 de octubre de 2009

¿Qué decir?


Camino a casa me detuve en un semáforo, después de un bostezo giré a la derecha y he aquí que me saludó otro bostezo escrito en una pared derrotada por la incuria y el olvido: quiero escribir pero no sé qué decir. Me dieron ganas de detener el carro y entablar -subirnos al tablado- una conversación con el bostezador que escribió tal cosa. Me gustaría preguntarle: Te has puesto a pensar en que los que escriben son seres que tienen algunas cositas o cosas que les urge decir. Sí, ya las tienen en sí. La manera de expresarlas -liberarlas desde lo profundo- es por algún canal preferido. Por eso unos escriben novela y otros poesía y otros ensayo y alguno diálogos y otros meditaciones o crónica. Después de ese fugaz encuentro me alegra sentir que casi cada día tengo las sentidas ganas de expresar algo que me hace feliz porque es mi manera de entablar un encuentro con ustedes.

domingo, 4 de octubre de 2009

A grandes males , grandes remedios

Para los grandes problemas nacionales hay que aplicar grandes remedios y para aplicar esos remedios, los poderosos -los que tienen el poder, los poderes- a veces suelen convocar a los intelectuales. Lo curioso es que en este mundo hay, además de intelectuales, otros que se llaman sentimentales y otros llamados accionentales. Esta selección de por si excluyente es una muestra de la primacía del intelecto sobre las demás habilidades humanas. Llevamos siglos y milenios obsesionados con el intelecto y los resultados están a la vista. ¿Cuándo será el día en que se sientan en la mesa los sentimentales y los accionentales y sean escuchados? De seguro que a este mundo le iría un poquito mejor pues no me queda la menor duda de que somos, por diseño de fábrica, seres pensantes, sintientes, sensibles y llamados a las acciones sociales políticas y económicas que transformen a este mundo si no en el paraíso en algo que nos lo recuerde… y que nos desafíe a no descansar hasta hacerlo real.

sábado, 3 de octubre de 2009

Preguntas y preguntones

En el mundo abundamos dos tipos de personas: las que gustan de escuchar respuestas y los que gustan de poner a las preguntas sobre la amplia mesa de la vida. Desde temprana edad me apunté en el entusiasta y a veces impertinente equipo de los preguntones que igual le preguntan sus preguntas al mar y al cielo, a los animales, a las plantas a otros humanos especialmente a los viejos y a los niños y sobre todo a sí mismos. Me gusta mi querido Benedetti pues compartimos una misma forma de estar en el mundo: las preguntas. En ocasión de su cumpleaños 60 Mario se preguntó cositas como éstas:

¿Cómo será el mundo cuando no pueda yo mirarlo ni escucharlo ni tocarlo ni olerlo ni gustarlo?¿cómo serán los demás sin este servidor? ¿o existirán tal como yo existo sin los demás que se me fueron? (…)

Mario no se olvidó del mundo y continuó preguntando,

¿cómo seremos todos sin nosotros ?¿qué color qué ruidos qué piel suave qué sabor qué aromatendrá el ben(mal)dito mundo? ¿qué sentido tendrá llegar a ser protagonista del silencio?¿vanguardia del olvido?

Las preguntas enraízan en los sentimientos básicos y suelen llegar en la recta final de la vida
¿qué será del amor y el sol de las once y el crepúsculo triste sin causa valedera? ¿o acaso estas preguntas son las mismascada vez que alguien llega a los sesenta?
He aquí la última e ineludible pregunta
¿cómo será el mundo sin preguntas?

viernes, 2 de octubre de 2009

Como una ola



Que sucede cuando, digamos, Maga se encuentra con Julio. Digamos que se ven, se contemplan, se observan –no se tocan aún- la vista necesita viajar y posarse en silencio -no se tocan aún- de pronto, Julio sintió el perfume de Maga que rompía como una ola a lo largo de su pecho hasta llegar a su barba. Esa ola nació en el pecho de Maga. Los años han pasado y el recuerdo más vivo ya no lo da la vista pues cuando Julio cierra los ojos, sólo siente el aroma y la piel de Maga hechos uno. Maga es ese perfume, ese perfume es Maga y en ese perfume Julio naufraga y como barco cansado descansa en sus tibias profundidades. [1]


[1] Inspirado por el sólo nombre de la Maga, Julio y los perfumes.