
Wallace Hartley a sus 33 años de vida dirigió
la banda de música que tocó en el RMS Titanic
en su primer y único viaje . Embarcó en Southampton y tomó una hoja membretada
de la White Star Line, la compañía naviera propietaria del Titanic y envió una
carta de su puño y letra a su familia
expresándoles sus impresiones de semejante viaje y el magnífico barco.Hartley
murió en el hundimiento el 15 de Abril de 1012, se rescató su cuerpo y fue
enviado a Colne su pueblo natal al norte de Inglaterra. La carta ha sido
subastada y se pagó 107,880 euros. Quien la vendió y quien la compró han de
tener sus razones. Me llama poderosamente la atención otro hecho. El valor, la presencia,
el vínculo que se crea al escribir a mano, de puño y letra, con tinta, con
pluma fuente, doblar el papel, cerrar el sobre, poner el sello postal y
depositar la carta en el buzón del correo…imaginando lo que despertará en el
otro lado, cuando el cartero llame a la puerta y alguien tome ese sobre que
lleva una forma sensible de mi presencia. Lo curioso es que estas líneas las
escribo ,no a mano, sino en la computadora. De aquí concluyo que sin dejar de
ser hermoso y lleno de sentido el hecho de escribir a mano ,más importante es
considerar que lo radical es la necesidad
de expresar lo que en nuestra alma germina y busca a la luz. La escritura
en sí misma y el medio del que nos valgamos son eso, medios. Ayer, el medio fue
la superficie de una tableta de barro cocido, la corteza de un árbol, un
papiro, pergamino, papel pero hoy el medio
es electrónico pero el fin es el mismo:
expresar. No deja de regocijarme que esa
carta enviada desde el Titanic es inspiración para esta Carta del Desierto
escrita para todos ustedes, queridos lectores 101 años después.