lunes, 15 de abril de 2013

Los cambios ,las huellas







Cuando pasa un pájaro cruzando el aire, pasa el pájaro, miramos, y no vemos ningún cambio, pero el estado del aire no es el mismo que era antes …así decía José Luis Sampedro para invitarnos a considerar que todos los seres humanos dejamos huellas, es inevitable. Que nuestras huellas sean pequeñas o grandes, superficiales o profundas es cosa de verse pero siempre las dejamos. Así pues, para la transformación de este mundo que parece que sólo es un mercado -donde lo que importa es producir mucho para consumir mucho-   hemos de dejar huellas en otra dirección, como aprender el arte de convivir pacíficamente los seres humanos.

sábado, 13 de abril de 2013

Minero






Cada cual en algún momento de la vida anhela y busca ser lo que quiere ser y ser lo mejor que pueda ser. Algunos lo intentan en el camino de las ciencias, las artes, la filosofía, la política. A veces suele suceder que el oficio o profesión elegida es una buena metáfora de lo que uno pretende en la vida. Viene a mi memoria la figura formidable de José Luis Sampedro quien siendo economista además fue hombre de letras y amigo de los jóvenes indignados ante una vida sin futuro que se vive en España y en buena parte de Europa en estos días. Cercano a su partida de este mundo dijo: Uno es minero de sí mismo y, tras haber bajado a las profundidades, he encontrado lo mejor de mi mismo. Como suele suceder, todos tenemos en nuestro árbol de ancestros a mineros y navegantes, pescadores y orfebres. Gran metáfora de buscar en el silencio, en la oscuridad de la mina, esa veta del metal precioso que compensa todos nuestros esfuerzos y que puede llevarnos toda una vida de intentos vividos paso a paso, con persistencia e insistencia.




El deber de vivir…








Desde la segunda mitad del siglo veinte y particularmente desde la fundación de las Naciones Unidas en 1945  -como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial-  se ha entronizado en la conciencia humana el concepto y la exigencia de cumplir y respetar los Derechos Humanos. A partir de entonces hay una pléyade de derechos derivados que tienen su día anual de conmemoración: los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, los derechos de la tercera edad y de los trabajadores y de las mujeres trabajadores en el servicio doméstico. La lista es larga, valiosa y justificada pero también está la contraparte. Se habla muy poco de los deberes que tenemos como seres humanos, ciudadanos, profesionales etc. Estamos dispuestos para el reclamo y la queja pero no para ser congruentes y dar cuenta. Carecemos de autocrítica y de apertura para la transparencia y para que se nos señalen nuestros errores. Si alguien vivió el siglo veinte y parte de nuestro joven siglo veintiuno fue José Luis Sampedro (96)  y dijo de la vida acertadamente: Se habla mucho del derecho a la vida, pero no de lo importante que es el deber de vivirla. Vivir la vida paso a paso, sorbo a sorbo, a ratos golpe a golpe, manteniendo siempre vivo el rumbo y el norte de nuestra existencia. Sí, hay un deber de vivir la vida y vivirla bien.





jueves, 11 de abril de 2013

Volver a empezar...







El buen José Luis Sampedro con sus 96 años navegados ha llegado al Maren este mundo trabajó como economista, literato y tuvo una silla en la real Academia de nuestra lengua española. Le recuerdo con gratitud y le agradezco su recordatorio primaveral: Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar. Los árboles me hablan, me dicen un no al desaliento, un sí a la nueva vida, un abrir los ojos, respirar hondo, amar fuerte, esperar contra toda desesperanza.








miércoles, 10 de abril de 2013

El aroma de la sal...





Cada cual sabe del tiempo, intuye el tiempo, intuye su tiempo. Esto sucede ,particularmente, cuando nos queda poco tiempo en esta vida. Así lo dijo en buen José Luis Sampedro quien acaba de partir después de una vida dedicada al estudio del papel que la economía juega para ayudar a que los seres humanos puedan vivir humanamente en este mundo:  Como los ríos que están cerca de llegar al mar ya huelo el aroma de la sal.  Suele suceder que cuando intuimos la cercanía de lo que es importante en la vida –como la inevitable partida-  podemos disponernos con una serena y pacífica  actitud.