La democracia como sistema regula y dirige los derechos y
libertades de los elegidos para representar y gobernar así como a los electores. Como metáfora puede
ser útil considerarnos todos los ciudadanos como tripulación de un barco. Por
el trabajo de todos el barco se mueve parte y llega a su destino.Las funciones
de los ciudadanos son diferentes pero su intrínseco valor es el mismo: todos
son ciudadanos, todos son miembros de una tripulación y de ellos y sólo de
ellos depende el éxito de la travesía. Cuidémonos de no confundir funciones y
papeles con el valor profundo de cada ser humano. Por eso, el Presidente de la
república ha de inclinarse ante el más sencillo jornalero de esta tierra y
agradecerle el favor de su confianza y ser digno de ella. La pervivencia de la
democracia en nuestras sociedades dependerá de que no olvidemos que ya han
quedado atrás otras condiciones degradantes
que los seres humanos tuvieron que soportar hasta que despertaron: ser
esclavos, ser siervos, ser seres de segunda categoría por causa de su género,
sus capacidades, su religión, grupo étnico,etc. La democracia genuina -no la maniuplada y controlada por los grupos
de poder que fabrican y ponen a sus representantes hechos a la medida de sus
intereses- tendrá futuro en la medida en
que no olvidemos que ser ciudadano libre
-Cives Romani- es nuestra mayor conquista y nuestra mayor
responsabilidad.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
viernes, 5 de junio de 2015
jueves, 4 de junio de 2015
La llave de la casa
En la vida
inspirada por la Democracia hay dos partes, los elegidos y los electores.
Cometen errores los unos y los otros. ¿Cuáles son los errores más frecuentes
cometidos por los electores?
El primer error es pensar que la realidad nacional cambiará sin mi participación.
Pensar que la
sola crítica y la sola opinión basta.
Pensar que sólo
emitir mi voto basta.
Sin embargo, el
mayor error que cometemos los electores es dar nuestro poder ciegamente a los
elegidos. Es como entregar las llaves de nuestra casa a un desconocido sólo
porque nos habló bonito y nos dijo que tenía credenciales válidas y que no
tenía antecedentes penales.
Otro error es
decirnos: Yo voto por la persona, no por el partido al que pertenece. Olvidamos
que los representantes obedecen los lineamientos del partido y muchas veces los
anteponen a sus compromisos personales con los electores y nos sentiremos
defraudados, engañados .
En pocas palabras
, es bien sabido y documentado los muchos errores que cometen los elegidos , pero
también los ciudadanos electores los cometemos y se resumen en : entregamos
nuestro poder personal a quien no lo merece.
El sistema
democrático real que tenemos es el reflejo de lo que somos…los espejos no
mienten. J.C. Coolidge lo resumió así: “…sería una necedad pretender que el
pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El
pueblo lo sabe y paga las consecuencias…” [1]
Una democracia sana
La democracia
como ser vivo tiene un ciclo vital, nace, tiene vigor, decae, puede degenerar
en aberraciones dictatoriales, autocráticas, nepotismo,etc. Como ser vivo tiene
que ser cuidada por todos los ciudadanos con prácticas transparentes, de
generosidad centradas en las personas y en el bien común, cuidando de los
ciudadanos con más riesgo como niños, adolescentes,
ancianos y discapacitados . O Paz, nuestro poeta dijo: Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin
brazos. Cierta y valiosa consideración.
Sin embargo podemos dar un paso adelante y propongo preguntarnos por 5
aspectos fundamentales:
¿Qué pasaría si
los partidos políticos se mantienen exclusivamente de las cuotas de sus
afiliados y simpatizantes sin que el gobierno en turno le de un solo
centavo?
¿Qué pasaría si
los ciudadanos les asignan a sus representantes el sueldo de común acuerdo y
delante de las comunidades y no son los servidores quienes se asignan el mega
sueldo y prebendas ?
¿Qué pasaría si
desterramos para siempre el engendro llamado “diputados y senadores
plurinominales” o contradicción perversa de lo que es ser elegido por el
pueblo.
¿Qué pasaría si
todos los aspirantes a puestos de elección popular desde un regidor municipal
hasta el presidente de la república pasan por una concienzuda revisión de su
salud en todas sus dimensiones como física, psíquica y social? -- comprendiendo
ésta última que no lleguen con las manos
sucias ni con las manos atadas por compromisos que tendrán que pagar a costa de
sus representados.
¿Qué pasaría si
como se acostumbra en el mundo laboral todo puesto está sometido a un período
de prueba y puede ser revocado ipso facto
si se descubre que hubo dolo, ocultamiento de datos y declaraciones
patrimoniales o cualquier conducta que
contradiga gravemente el espíritu de lo que es un servidor público.
Inspirado por O.Paz (1914-1998)
Poeta y ensayista mexicano.
martes, 2 de junio de 2015
Ni más, ni menos
Cada cual opina sobre la democracia según sus convicciones,
,creencias y según el espíritu de la época que le ha tocado vivir. Cuando Estados
Unidos se debatía entre abolir o no
abolir la esclavitud de los negros africanos que cultivaban las tierras cáidas
del sur, A.Lincoln compartió con su pueblo
su convicción al respecto: Del mismo modo que no sería un esclavo,
tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia. En nuestro siglo XXI mexicano podríamos
glosar diciendo: Del mismo modo que no sería ciudadano de segunda categoría
,tampoco sería un servidor que se sirve de los ciudadanos. Sólo hay ciudadanos,
desde el presidente hasta el hombre y la mujer de las más apartada ranchería en
el desierto. Es el único título, el único derecho y el único deber al cual
honrar. [1] Podría bastarnos con llamarnos y sentirnos ciudadanos como el mejor título de nobleza, pues en nuestra patria no hay ni reyes ,ni amos ni esclavos - al menos en el papel escrito.
lunes, 1 de junio de 2015
Las manos y las mentes
La democracia, el gobierno del pueblo, tiene tantas caras como seres humanos. Es oportuno considerar alguna faceta y meditarla. Cuando aparecen los candidatos en escena, comienza el escrutino, la indagación sobre sus cualidades y brilla entre ellas la supuesta honestidad. Entonces surge, como espuma, la pregunta sobre los dineros, las casas, las cuentas, el estilo de vida, los padrinos, los intereses que defiende, los conflictos de intereses. Pareciera ser que el principal examen está dirigido a saber si el candidato tiene las manos limpias o sucias, si las tuvo o imaginar si encaramado en el poder las mantendrá limpias hasta entregar su puesto. Pero en medio de esta indagación se olvidan otros aspectos igual o más preocupantes: el candidato ¿tiene una salud mental? Tema “tabú” que no se toca ni con pinzas. Se parte de una cadena de suposiciones: lo seleccionó su partido y ellos han de saber si está sano; él o ella dice que está cuerdo y que sus motivos son altruistas y patrióticos. Ya sabemos ,en muchos casos, la historia resultante: robo, cinismo, adicciones, desorden personal y familiar, mentira. Una galería de pobrezas humanas dignas de un clínica de rehabilitación y no de un representante de los ciudadanos. No olvido la anotación de un gran ser humano: Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.[1]
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