viernes, 5 de junio de 2015

Ciudadanos libres


La democracia como sistema regula y dirige los derechos y libertades de los elegidos para representar y gobernar  así como a los electores. Como metáfora puede ser útil considerarnos todos los ciudadanos como tripulación de un barco. Por el trabajo de todos el barco se mueve parte y llega a su destino.Las funciones de los ciudadanos son diferentes pero su intrínseco valor es el mismo: todos son ciudadanos, todos son miembros de una tripulación y de ellos y sólo de ellos depende el éxito de la travesía. Cuidémonos de no confundir funciones y papeles con el valor profundo de cada ser humano. Por eso, el Presidente de la república ha de inclinarse ante el más sencillo jornalero de esta tierra y agradecerle el favor de su confianza y ser digno de ella. La pervivencia de la democracia en nuestras sociedades dependerá de que no olvidemos que ya han quedado atrás  otras condiciones degradantes que los seres humanos tuvieron que soportar hasta que despertaron: ser esclavos, ser siervos, ser seres de segunda categoría por causa de su género, sus capacidades, su religión, grupo étnico,etc. La democracia genuina  -no la maniuplada y controlada por los grupos de poder que fabrican y ponen a sus representantes hechos a la medida de sus intereses-  tendrá futuro en la medida en que no olvidemos que ser ciudadano libre   -Cives Romani-  es nuestra mayor conquista y nuestra mayor responsabilidad.

jueves, 4 de junio de 2015

La llave de la casa

En la vida inspirada por la Democracia hay dos partes, los elegidos y los electores. Cometen errores los unos y los otros. ¿Cuáles son los errores más frecuentes cometidos por los electores? 


El primer error es pensar que la realidad nacional cambiará sin mi participación.
Pensar que la sola crítica y la sola opinión basta.
Pensar que sólo emitir mi voto basta.
Sin embargo, el mayor error que cometemos los electores es dar nuestro poder ciegamente a los elegidos. Es como entregar las llaves de nuestra casa a un desconocido sólo porque nos habló bonito y nos dijo que tenía credenciales válidas y que no tenía antecedentes penales.
Otro error es decirnos: Yo voto por la persona, no por el partido al que pertenece. Olvidamos que los representantes obedecen los lineamientos del partido y muchas veces los anteponen a sus compromisos personales con los electores y nos sentiremos defraudados, engañados .
En pocas palabras , es bien sabido y documentado los muchos errores que cometen los elegidos , pero también los ciudadanos electores los cometemos y se resumen en : entregamos nuestro poder personal a quien no lo merece.
El sistema democrático real que tenemos es el reflejo de lo que somos…los espejos no mienten. J.C. Coolidge lo resumió así: “…sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias…” [1]






[1] J.C. Coolidge. (1872-1933) Presidente de Estados Unidos (1923-1929).

Una democracia sana

La democracia como ser vivo tiene un ciclo vital, nace, tiene vigor, decae, puede degenerar en aberraciones dictatoriales, autocráticas, nepotismo,etc. Como ser vivo tiene que ser cuidada por todos los ciudadanos con prácticas transparentes, de generosidad centradas en las personas y en el bien común, cuidando de los ciudadanos con  más riesgo como niños, adolescentes, ancianos y discapacitados . O Paz, nuestro poeta dijo: Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos. Cierta y valiosa consideración. Sin embargo podemos dar un paso adelante y propongo preguntarnos por 5 aspectos fundamentales:
¿Qué pasaría si los partidos políticos se mantienen exclusivamente de las cuotas de sus afiliados y simpatizantes sin que el gobierno en turno le de un solo centavo? 
¿Qué pasaría si los ciudadanos les asignan a sus representantes el sueldo de común acuerdo y delante de las comunidades y no son los servidores quienes se asignan el mega sueldo y prebendas ?
¿Qué pasaría si desterramos para siempre el engendro llamado “diputados y senadores plurinominales” o contradicción perversa de lo que es ser elegido por el pueblo.     
¿Qué pasaría si todos los aspirantes a puestos de elección popular desde un regidor municipal hasta el presidente de la república pasan por una concienzuda revisión de su salud en todas sus dimensiones como física, psíquica y social? -- comprendiendo ésta última  que no lleguen con las manos sucias ni con las manos atadas por compromisos que tendrán que pagar a costa de sus representados.
¿Qué pasaría si como se acostumbra en el mundo laboral todo puesto está sometido a un período de prueba y puede ser revocado ipso facto si se descubre que hubo dolo, ocultamiento de datos y declaraciones patrimoniales o  cualquier conducta que contradiga gravemente el espíritu de lo que es un servidor público. 



Inspirado por O.Paz (1914-1998) Poeta y ensayista mexicano.

martes, 2 de junio de 2015

Ni más, ni menos



Cada cual opina sobre la democracia según sus convicciones, ,creencias y según el espíritu de la época que le ha tocado vivir. Cuando Estados Unidos se debatía entre  abolir o no abolir la esclavitud de los negros africanos que cultivaban las tierras cáidas del sur, A.Lincoln compartió con su pueblo  su convicción al respecto: Del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia. En nuestro siglo XXI mexicano podríamos glosar diciendo: Del mismo modo que no sería ciudadano de segunda categoría ,tampoco sería un servidor que se sirve de los ciudadanos. Sólo hay ciudadanos, desde el presidente hasta el hombre y la mujer de las más apartada ranchería en el desierto. Es el único título, el único derecho y el único deber al cual honrar. [1] Podría bastarnos con llamarnos y sentirnos ciudadanos como el mejor título de nobleza, pues en nuestra patria no hay ni reyes ,ni amos ni esclavos - al menos en el papel escrito.





[1] Inspirado por A Lincoln (1808-1865) Político estadounidense.

lunes, 1 de junio de 2015

Las manos y las mentes


La democracia, el gobierno del pueblo, tiene tantas caras como seres humanos. Es oportuno considerar alguna faceta y meditarla.  Cuando aparecen los candidatos en escena,  comienza el escrutino, la indagación sobre sus cualidades y brilla entre ellas la supuesta honestidad. Entonces surge, como espuma,  la pregunta sobre los dineros, las casas, las cuentas, el estilo de vida, los padrinos, los intereses que defiende, los conflictos de intereses. Pareciera ser que el principal examen está dirigido a saber si el candidato tiene las manos limpias o sucias, si las tuvo o imaginar si encaramado en el poder las mantendrá limpias hasta entregar su puesto. Pero en medio de esta indagación se olvidan otros aspectos igual o más preocupantes: el candidato  ¿tiene una salud mental?  Tema “tabú” que no se toca ni con pinzas.  Se parte de una cadena de suposiciones: lo seleccionó su partido y ellos han de saber si está sano;  él o ella dice que está  cuerdo y que sus motivos son altruistas y patrióticos. Ya sabemos ,en muchos casos, la historia resultante: robo, cinismo, adicciones, desorden personal y familiar, mentira. Una galería de pobrezas humanas dignas de un clínica de rehabilitación y no de un representante de los ciudadanos. No olvido la anotación de un gran ser humano: Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.[1]




[1] Inspirado por  A Lamartine (1790-1869) Historiador, político, poeta francés.