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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Etapas de la vida






Para comprender lo que sucede con nuestra vida las ciencias muestran las etapas del desarrollo. Infancia, Niñez, Adolescencia, Juventud, Madurez, Ancianidad. Pero esta clasificación nada nos dice de qué sucede después de nuestra vida visible en este mundo. Pues bien, un ingenioso amigo tuitero me regaló su propia creación:  Naces, Creces, Escribes un libro. Nunca mueres. Esta clasificación me ha dibujado una sonrisa de simpatía y empatía hacia mi amigo, pues dejar un buen libro para la humanidad es… la inmortalidad.





martes, 26 de noviembre de 2013

Cuatro piedras en el camino



Desde que aparecieron nuestros ancestros en este hermoso planeta descubrieron que había un “más allá”, del río, de la montaña, y del mar. Se dieron a la tarea de explorar los grandes llanos, escalar montañas y estudiar cómo llegar a la otra orilla de los ríos ,lagos y mares hasta que el mundo fue perdiendo sus misterios y se volvió conocido y familiar en buena medida. De manera similar pero en el campo del desarrollo de nuestra consciencia y en el campo de nuestro desarrollo personal y comunitario hay cuatro grandes desafíos o piedras en el camino, que hemos de superar para alcanzar la “otra orilla” de la vida : 1. La Ignorancia en el conocimiento de nuestra mente.  2. El Orgullo  -sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás pariente de la altivez, altanería, arrogancia, vanidad. 3. La Vergüenza, un sentimiento causado por  alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante.  4. El Miedo que es una  sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea real o imaginario.




lunes, 12 de agosto de 2013

Escuchar,escuchar





Tan antiguo como el ser humano en nuestra Tierra es el debate sobre la primacía de uno de los sentidos sobre los demás. El ver, la vista tiene grandes adeptos y defensores y promotores. Desde el famoso decir: Si no lo veo y no lo toco no creeré. Se ha afirmado que nuestra cultura es visual y pareciera que eso en el siglo 21 no tiene vuelta de hoja. Sin embargo, el que uno de los sentidos, la vista, tenga tantos entusiastas no  hemos de olvidar que una de las manifestaciones más bellas, trascendentes y que le llega a todos los seres humanos sin discriminar a nadie, es la música, y se capta por nuestra capacidad de escuchar. Sólo después de escuchar,  con todo nuestro ser,  percibimos la belleza de los sonidos y sólo con el silencio percibimos la genuina belleza interior del TU. Un querido compositor como Joseph Haydn  anotó estas palabras: “…yo escuché más que estudiar … y por eso, poquito a poco, mi conocimiento y habilidad se desarrollaron…”  Caminar por este mundo con los oídos atentos nos lleva a percibir una belleza insospechada que nos rodea y envuelve -tanto en el mundo de la natura como en las voces humanas más queridas.




miércoles, 12 de enero de 2011

Un potrillo y un humano

Un buen amigo ranchero de estas tierras me comentó el dato curioso de nuestra especie humana donde llegar a ser una persona completa, madura y desarrollada es un portento pues hay infinitas variables e imponderables que pueden y de hecho frustran esa aspiración. Pensemos en William Shakespeare, cumbre de la literatura, y sin embargo su hijo murió sin saber leer ni escribir. De aquí podemos concluir que la especie humana requiere de tantos y tantos apoyos y cuidados por su gran fragilidad. No así sucede con otras especies vivas, por ejemplo un potrillo quien, a los pocos minutos de nacer, se pone de pie en sus cuatro extremidadades, se amamanta y sigue a su madre. El camino humano es largo y lento para desarrollarnos, crecer y aprender. Por ejemplo, tiene que transcurrir 1 año para que yo sostenga la cabeza y 1 año y medio para caminar, 2 años para articular algunas palabras y 4 años para comunicarme en el idioma de mis padres. Una vez que estoy escolarizado necesito pasar casi un tercio de mi vida estudiando los conocimientos básicos que me permitan participar en la sociedad como persona productiva y mi vida útil, en promedio, no va más allá del segundo tercio de la vida. Todo parece señalar que nuestra vida humana está llamada a manifestarse como un proceso de calidad más que de cantidad de años vividos.