Para
comprender lo que sucede con nuestra vida las ciencias muestran las etapas del desarrollo. Infancia, Niñez, Adolescencia,
Juventud, Madurez, Ancianidad. Pero esta clasificación nada nos dice de qué
sucede después de nuestra vida
visible en este mundo. Pues bien, un ingenioso amigo tuitero me regaló su propia creación: Naces,
Creces, Escribes un libro. Nunca mueres. Esta clasificación me ha dibujado
una sonrisa de simpatía y empatía hacia mi amigo, pues dejar un buen libro para
la humanidad es… la inmortalidad.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
miércoles, 4 de diciembre de 2013
martes, 3 de diciembre de 2013
Congoja
Cuando llega el momento de la partida
final y definitiva de un ser humano hacia el mundo no visible se suceden sin
número de fenómenos secundarios alrededor .Todo lo que se ha escrito tiene que
ver con los que quedamos en el mundo por
un tiempo más pues escribir sobre lo que acontece al que en vida fue, no nos es
dado, ni es posible con certeza. Cuando un ser amado se va sentimos congoja. La congoja es
un estado de tristeza y desolación interior. A qué se debe la
congoja sentida por tantos seres humanos? Mi querido Jorge Luis Borges anotó con gran lucidez una de las causas profundas: Sentí lo que
sentimos cuando alguien muere: la congoja, ya inútil, de que nada nos hubiera
costado ser más buenos.[1]
lunes, 2 de diciembre de 2013
Apreciar,valorar
Estar en el mundo es una experiencia donde todas las cosas que nos rodean son mediaciones
cuyo sentido último es ayudarnos, auxiliarnos, facilitarnos nuestra tarea de
vivir buenamente. Las cosas son puentes que
nos llevan a la otra orilla de nuestras realizaciones. Como puentes, son medios y no fines en sí mismas. La relación de los seres humanos con las cosas
ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. Hemos llegado al punto donde nos llamamos la
sociedad del consumo -donde vivimos para consumir cosas y hacer de ellas el
fin y el sentido de la vida. Este trastoque es de tal magnitud que, las
consecuencias son contrarias a lo que uno se podría imaginar. En lugar de la
tan soñada felicidad se tienen cuadros de multitudes humanas ansiosas e infelices. La
medicina para este padecer es sencilla y eficaz si la comprendemos con el
corazón y desde el fondo de nuestro ser. Se resume, como dijo un amigo tuitero
considerando que : Las personas más
felices no tienen las mejores cosas, simplemente aprecian y valoran las cosas
que tienen.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Las libertades y sus límites
Con la libertad nació la
esclavitud en todas sus formas. En la medida que se dan las esclavitudes se
fortalecen las luchas de la libertad. La muestra nos la da la historia humana
con su casi infinito número de individuos, grupos, comunidades y naciones
debatiéndose entre someter y ser sometidos con casi infinito número de formas
violentas. La libertad mal comprendida como una forma de vivir sin límites es
absurda. Nuestra libertad está acotada por la libertad de los demás seres
humanos que tienen el derecho, como nosotros, a sus espacios. Es vigente lo que
anotó lúcidamente J.P.Sartre: Al querer la libertad descubrimos que ella depende enteramente de la
libertad de los demás. Las comunidades indígenas, africanas, subsaharianas,
palestinas, israelíes, ucranianas, mapuches, afganas e iraquíes -sin olvidar a las ciudades perdidas en la
periferia de las mega ciudades, son una muestra significativa de ese jaloneo interminado para vivir.
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