lunes, 14 de octubre de 2013

Frutos del desierto




Nuestro desierto está rodeado por los grandes llanos y las serranías -asiento de bosques de coníferas y de las comunidades rarámuris. Nuestro desierto es un arcón de sorpresas para propios y extraños desde cualquier punto de vista  -el paisaje natural, la historia viva, los recursos vivos tanto humanos como flora y fauna generosas. Uno de nuestros tesoros son los pequeños frutos conocidos como oleaginosas. Tesoro pues su valor es incalculable si tomamos sus aportaciones a la vida saludable. Me refiero a las nueces, las almendras, el maní , el ajonjolí –sésamo-, las olivas –aceitunas- . Son frutos diminutos si los comparamos  con cualquier otro fruto  y su riqueza aporta resistencia contra el frío y el calor extremo, permite que asimilemos algunas vitaminas , son indispensables en el aderezo de los alimentos, enriquecen  al sistema óseo, digestivo, circulatorio y a la piel. Todos estos frutos son ricos en aceite y sobre el aceite diremos: viene del árabe Az-Zait  -jugo de aceituna- .  Oleo ,viene del latín óleum   -jugo de oliva-   Los términos Aceite y Oleo significan lo mismo. Sin tierras y olivares qué sería de las ciudades, se dice en castellano.

domingo, 13 de octubre de 2013

Percepciones





Ver o mirar, oír o escuchar, es una dupla sensorial que me remite al humanísimo tema de las percepciones que sobre la llamada realidad podemos tener o no tener. Solemos quedarnos en un extremo del dilema  y ,por otro lado, podemos aprender una forma integradora que diga : no sólo veo sino también miro, no sólo oigo sino también escucho. Lo común es perdernos de los aspectos más valiosos de la vida y así lo señaló Don Ata[1]  inspiradamente:

Para el que mira sin ver,
la tierra es tierra nomás.
Nada le dice no la Pampa
ni el arroyo ni el sauzal.


[1] Atahualpa Yupanqui, Cerro Colorado

jueves, 10 de octubre de 2013

Cuentos






Parte preciosa de nuestra infancia es haber contado con un padre, una madre, un abuelo que nos contaron algún cuento, algunos cuentos inolvidables no sólo por la historia sino por el vínculo del afecto, la cercanía, la sonrisa, el buen talante.
Todo cuento es un viaje y aunque se vuelva a esa tierra de imaginación uno ya no es el mismo…  ni la tierra es la misma. Nuestro buen José Emilio Pacheco anotó:

Irás y no volverás.
Sitio de aquellos cuentos infantiles,
eres la tierra entera.
A todas partes
vamos a no volver.
Estamos por vez última
en dondequiera.

Porque cada lugar es como el río de Heráclito, aunque vuelva a mojarme en él, ya no es el mismo río…ni yo tampoco.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Natura






Hay imposibles
Hay absurdos
Hay tareas inútiles
Sin embargo nuestra tozuda mente
Tropieza
En cambio, la natura sonríe benévola, paciente,
Para que nuestra tozuda mente  se levante de su
tropiezo.
¿no tenía razón el buen Li Po?

La espada con la hoja más fina
No puede cortar el agua del río en dos
Para que deje de correr


martes, 8 de octubre de 2013

Amanecer





Sé que sólo habito en este mundo
Sé que este mundo es redondo aunque se pensaba plano como una mesa
Sé que desde la ventana del avión no veo fronteras sólo una tierra, cielo y mar para todos
Pero cuando despierto en el desierto, Lima ,Buenos Aires o Montevideo
siento que estoy en un pequeño mundo dentro del mundo.
Hoy es mi amanecer en Buenos Aires y me visita el recuerdo de José Emilio [1] quien anotó en su libreta:
Rompe la luz celeste.
Se hace el día en Plaza San Martín.
En cada flor hay esquirlas de cielo.
-Hoy es primavera.



[1] J E Pacheco, Amanecer en Buenos Aires