domingo, 25 de octubre de 2015

Yo soy vida… en el desierto




Ante las llamadas calamidades materiales y naturales como las tormentas, terremotos, huracanes, heladas y aludes los seres humanos nos levantamos de entre  las ruinas y ante la natura sentimos una genuina aceptación pues ella no es nuestra enemiga. Así es. En el llamado ‘día siguiente’ renace en nosotros lo que nuestro querido Albert Schweitzer anotó con toda el alma:  “Yo soy vida que quiere vivir en medio de vidas que quieren vivir ”  Esas vidas son ‘todas’ las vidas y están incluidas hasta los más pequeños seres como  la hormiguita, la hierba silvestre de los campos. Nuestra intencionalidad más íntima apunta a conservar la vida, a desarrollar la vida , a permitir que la vida florezca y de frutos de bondad, de convivencia pacífica, frutos de libertad y responsabilidad. Decir `Yo soy vida` es el otro extremo del continuo que busca destruir la vida, dañar la vida e impedir que la vida se desenvuelva y que no ve nunca un fruto.




viernes, 23 de octubre de 2015

Ella y nosotros

Los huracanes,tifones,terremotos, inundaciones pueden arrasar con grandes porciones de humanidad. Nos atemorizamos, sufrimos la devastación y cuando vuelve la calma  se levanta una extraña serenidad silenciosa. La naturaleza "es así y no de otra manera"' no tiene la intencionalidad de dañarnos. Entre los seres humanos el panorama es diferente.Podemos levantar huracanes,tifones, de violencia y crueldad y de eso sólo nosotros somos responsables para curar,sanar,perdonar.

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Qué no tiene nuestro desierto?

La respuesta a la pregunta ¿qué no tiene nuestro desierto? Suele ser rápida, casi automática y conectada con una imagen difundida de manera extensa. El punto de comparación es con las zonas verdes del mundo, con los mares y las altas montañas de las que carecemos.El desierto es un mundo horizontal, miramos al horizonte plano y desnudo. Ante este paisaje un niño preguntó ¿para qué sirve este desierto? Uno de nuestro viejos sabios comentó: Para que nuestra mirada descubra a la inmensidad de paisaje de afuera y también la inmensidad de nuestro paisaje interior. Nuestro desierto es rico, abundante en generoso silencio .Esa es nuestra riqueza. 


miércoles, 21 de octubre de 2015

Primeros y últimos en el desierto



En el avión manda un capitan así como en el barco y un coronel en su cuartel y el profesor en su aula. Hasta aquí es sencillo comprender que los espacios de la convivencia humana tienen una jerarquía explícita. La comprensión de esta característica, nuestra gentre del desierto la ha comprendido desde hace siglos y asi decimos de boca en boca:  “Tú príncipe y yo príncipe, pues, ¿quién conduce el burro?"


martes, 20 de octubre de 2015

Una espiga en el desierto




Somos seres diseñados para la acción, para aprender un oficio, ejercer una profesión , trabajar manualmente o con el intelecto, en las artes y ciencias. Sucede que cuando la obra está terminada, prácticamente, acontece algún percance. Cuando emprendemos una obra hemos de contar con las posibles circunstancias adversas que puedan demorar, impedir y hasta anular nuestro empeño. Esta actitud es parte de nuestra natural habilidad de previsión que en estos días se llama la visualización de posibles ‘escenarios’ para los cuales es recomendable contar con  ‘planes emergentes’ que pueden denominarse A,B,C etcétera. Nuestros  queridos ancestros resumieron en una frase lo que a mi me lleva líneas: ‘Con la última espiga el dedo se cortó’

lunes, 19 de octubre de 2015

Hacer el bien en el desierto y sus miradas



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Hay diversas opiniones o puntos de vista sobre cómo es nuestra naturaleza humana.Algunas se caracterizan por su realismo otras por su pesimismo y no faltan las visiones optimistas.  No siempre tenemos, toda la vida, la misma opinión o mirada.  Un día alguien me dijo en nuestro desierto:   "Haz el bien a una piedra, ella te lo devolverá” Esta es una opinión, una experiencia particular y afortunadamente no es una ley universal.

domingo, 18 de octubre de 2015

Lo que importa en el desierto



Es conocido que los seres humanos cuidamos nuestro aspecto y presencia que se nota en el aseo personal, la vestimenta y los accesesorios  que son diversos objetos  e incluyen a los aromas y cosméticos. Aún dentro de la proverbial asuteridad y simplicidad de la vida en el desierto no somos la excepción  pues hay días especiales donde cada cual luce sus mejores galas. Sin embargo, cuando hay alguna exageración en la vida diaria, nuestros viejos ancestros acuñaron esta pregunta que nos lleva a la revisión de lo que es importante y auténtico en el fondo de nuestro ser: ‘ ¡Adornado por fuera vas!  ¿Pero por dentro cómo estás?’