Cada parte de nuestra casa,
sea techo,piso,paredes,puertas,ventanas es la metáfora de nosotros mismos. Las
ventanas son nuestros ojos y la puerta nuestra boca, el techo nuestra cabeza y
nuestra mente y el piso nuestros pies, mientras la cocina y su fogón ese el
corazón palpitante del hogar. Sea “maistro de obra” “maistro albañil” o un
ingeniero o arquitecto de academia, la petición que
reciben con gestos y con palabras es :
que la casa sea tan acogedora que me sienta bien en ella como dentro de mi piel.
Sabedor de ésta característica del hogar humano Nazario Chacón Pineda –querido poeta
oaxaqueño de Juchitán- anoto este bello recordatorio: No
quiero que me duelan las paredes de mi casa…constrúyela para que converse
conmigo y ponle mil ventanas que den al paraíso. Esta es un invitación, petición
y reto para todo maestro constructor. La casa no es el paraíso pero, por sus ventanas, se le vislumbra.La casa y el paraíso son vecinos.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
sábado, 23 de agosto de 2014
viernes, 22 de agosto de 2014
Casa, sueños, ensueños
![]() |
L Barragán, Glez Luna/ GPH |
jueves, 21 de agosto de 2014
Casa interior
![]() |
GPH |
miércoles, 20 de agosto de 2014
Relojes y espejos
Los niños suelen ser curiosos, se asombran, se sorprenden.
Algunos de ellos lo son en grado superlativo si han contado con la dicha de un
ambiente familiar estimulante y que les aliente sus descubrimientos, a largo
plazo. Me encontré con uno de esos niños y en medio de la conversación se me
ocurrió preguntarle qué objetos de su casa le gustaban. Se quedó pensativo ,brevemente, para
definir su elección y me dijo: Me gustan los relojes con péndulo
y los espejos. –Y
…¿a qué se debe tu preferencia? Mira, me dijo, ellos trabajan
afanosos -aunque nadie
los escuche y nadie los mire. Escribir, investigar, caminar al amanecer, soñar,
son algunas acciones nuestras de cada día que, como el péndulo y el espejo no
necesitan de que alguien nos vean o nos escuche y las hacemos por el placer
mismo de nuestra elección.
-Inspirado por un poema de W. Szymborska
martes, 19 de agosto de 2014
Tú y las nubes
Tú y las nubes me traen muy loco
tú y las nubes me van a
matar, fue un estribillo que yo repetía sin cesar en mi niñez -ignorando el resto de la canción, el autor. Sólo
tenía la remota idea de que era una
canción mexicana. Pasaron muchos años y un día, en estas tierras, se me
presentó la mismísima imagen de José Alfredo quien cantaba desconsolado mi
estribillo de niño. Tú y las nubes me
traen muy loco
tú y las nubes me van a matar… Hoy vuelvo al estribillo que
me deja una similitud entre las cambiantes nubes y el cambiante estado de ánimo
de la amada. ¡Las nubes! Ligeras, sin rumbo fijo, volubles, antojadizas
y de una liviandad que hasta las palabras parecen piedras pesadas comparadas
con su ser sutil, translúcido –descomunales, nos imponen, son nada más vapor en
suspensión. Aquí en la tierra nos volvemos locos y tememos morir de amor y de
otras cosas pero las nubes no sufren, llegan,
están y se van y la muerte no es tema que les preocupe -pues en los segundos que me lleva el
tararear ya son otras y me hacen un
guiño de ojo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)