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jueves, 12 de noviembre de 2015

Construir en el desierto




Sahuaro
Los seres hmanos construimos casas, puentes, ,fortalezas con la ilusión de permanencia  que raya en eternidad,pero bien sabemos que nada es para siempre. Nos esmeramos en cuidar, reparar,conservar pero ante el tiempo y su paso todo vuelve y volverá a convertirse en polvo, arena del desierto.  Sabedores de ésta verdad ¿cómo construimos en los arenales del  desierto? En otro espacio y en otro tiempo mi querido J.L. Borges señaló que la diferencia está en la actitud con la que  vivimos y hacemos las cosas:  Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra”


sábado, 18 de abril de 2015

Tres estados del alma




Dresden
No hay nada. Con el tiempo aparece algo.Surge un puente, se erige una catedral,se construye una escuela,se edifica un hospital y florece una casa. Alguien lo hizo,manos de albañiles y peones anónimos. Llega la revuelta,se convierte en guerra y en un parpadeo todo se destruye. Escombro, humareda, inundación, sangrado, cenizas,trapos en jirones, astillas de huesos, lágrimas, huesos, pus,saliva,ladrillos, cristales rotos. Construir,destruir. ¿Quién reconstruye?  ahí  llega el mundo invisible y silencioso de manos, ojos, mentes, corazones para  dedicarse a la tarea de reconstruir:levantar lo derruido lo aventado, arrojado, tirado; limpiar lo manchado,deshollinar lo ennegrecido, enderezar lo  torcido, juntar partículas, pegar, esperar, pulir, pintar. Dias,semanas,meses,años.Con esas manos silenciosas e invisibles vuelve a brillar la pintura , la ventana, el sillón,la casa, el puente, la escuela el hospital,Varsovia, Dresden, Hiroshima,el pueblo cordillerano andino borrado por el alud, el terremoto o la aldea de pescadores que fue engullida por el tsunami o las bombas que llovieron del cielo. Manos, piel quemada, huesos fracturados extremidades seccionadas,también se reconstruyen. Heridas del alma, pérdidas, quebrantos, abusos, olvidos están en la lista de los reconstructores. Tres verbos, tres tiempos: construir, destruir, reconstruir.Tres estados del alma.

sábado, 23 de agosto de 2014

La casa conversadora




Cada parte de nuestra casa, sea techo,piso,paredes,puertas,ventanas es la metáfora de nosotros mismos. Las ventanas son nuestros ojos y la puerta nuestra boca, el techo nuestra cabeza y nuestra mente y el piso nuestros pies, mientras la cocina y su fogón ese el corazón palpitante del hogar. Sea “maistro de obra” “maistro albañil” o un ingeniero o arquitecto de academia, la petición   que reciben  con gestos y con palabras es : que la casa sea tan acogedora que me sienta bien en ella como dentro de mi piel. Sabedor de ésta característica del hogar humano Nazario Chacón Pineda –querido poeta oaxaqueño de Juchitán- anoto este bello recordatorio:  No quiero que me duelan las paredes de mi casa…constrúyela para que converse conmigo y ponle mil ventanas que den al paraíso. Esta es un invitación, petición y reto para todo maestro constructor. La casa  no es el paraíso pero, por sus ventanas, se le vislumbra.La casa y el paraíso son vecinos.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cruzar





En nuestro desierto están los mas importantes pasos fronterizos entre Estados Unidos y México. Esta frontera ha sido testigo desde hace siglos del ir y venir de millones de seres humanos movidos por las más diversas fuerzas, ideas, amores, miedos y terrores. Cada cruce es una historia y cada historia representa no sólo al individuo que la protagoniza, sino a un conglomerado humano que sentirá las consecuencias de ese cruce venturoso o desventurado. Los 3500 kilómetros de frontera compartida son en alguna medida real y simbólica  el gran río que hay que cruzar. Y ante esa perspectiva no puedo olvidar que Bertrand Russell anotó una frase que sintetiza, como pocas, a las decisiones humanas que se toman antes de cruzar : Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.