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martes, 28 de octubre de 2014

Burbujas



Cada generación de jóvenes  recibe su sociológica etiqueta para distinguirla de la anterior. En pleno siglo 21 tenemos a los jóvenes ni-ni   -que ni trabajan ni estudian- atrapados en callejones que se antojan sin salida fácil.  En España los jóvenes se prepararon para ingresar por la puerta grande en la Europa de la abundancia y daban por hecho que el sueño de las maestrías y doctorados, el departamento propio, el carro del año, la vacación de verano, la familia y el ahorro se les darían como por arte de magia. Pero ¡oh desilusión! ellos son  la generación  burbuja  -en la que fueron concebidos, amamantados, educados y mimados hasta que  estalló con el  fino punzón de la realidad venida a menos. Deudas impagables, tasas de interés por las nubes, desempleo  y evaporación del estado protector les recibieron con fanfarria. Burbujas allá y burbujas aquí en nuestra patria mexicana. Estamos llamados por la vida a despertar de nuestra burbuja para encarar a la realidad de saber que nada se tiene por seguro y que lo único seguro es que depende de nosotros elegir la mejor actitud  -según nuestra conciencia- ante las cambiantes situaciones de la vida, tanto  en el plano individual como en el plano comunitario o nación. Pero hay algo más ,la realidad no sólo hay que explicarla sino transformarla  -a partir de transformarnos nosotros-

domingo, 18 de mayo de 2014

Volver a la rama

GPH

Estaban dos niños discutiendo sobre cual de sus padres era más poderoso. 
Cada cual  argumentaba en lo conocido:dinero, influencias, poder. El vaquero más viejo fue testigo de la discusión. De pronto, uno de los niños le preguntó por su opinión al respecto. El vaquero -que trabajó muchos años con sus padres y les ayudó a incrementar su riqueza-  les dijo: Todo lo que han mencionado son cosas que se pueden alcanzar con trabajo y esfuerzo pero ninguno es tan poderoso que pueda hacer que una flor que se cae del árbol vuelva a la  rama. Esa frase y la actitud del vaquero me impactaron para toda la vida, según me contó uno de esos niños , que hoy ya es abuelo.

martes, 29 de octubre de 2013

Un tratado diferente






La humanidad lleva más de veinte años abocada a los llamados procesos de integración económica a través de los tratados de libre comercio entre naciones y conjuntos de naciones   -de los llamados primer, segundo y tercer mundo o países desarrollados y en vías de desarrollo. Me queda muy claro que el énfasis se ha puesto en la globalización de la producción de bienes, en la globalización de los mercados, en la globalización de los capitales que buscan invertir donde más ganancias puedan alcanzar en las mejores condiciones. Las democracias están condicionadas por el poder económico de unas quinientas empresas mundiales  y su capacidad de presión doblega a los representantes y gobernantes de naciones grandes, medianas y pequeñas. Lo último es que ha quedado al descubierto la inmensa telaraña de la maquinaria de espionaje norteamericano que partiendo de la tesis de combate al terrorismo, desde el Septiembre 11 de 2001 extiende sus tareas al campo industrial y de las materias primas   -sin dejar de escuchar las mismísimas conversaciones de los principales gobernantes del planeta. Pareciera que todo se reduce en este mundo a poder y dinero y a más poder y más dinero concentrado en pocas naciones y en pocas manos visibles e invisibles.  Hoy me pregunto 4 cosas: ¿No ha llegado ya la hora de pensar seriamente en que el mundo y la vida no es sólo un gran mercado para comprar, vender y especular, ni sólo un conjunto de tratados de libre  comercio? ¿No es hora de trabajar en la globalización de los seres humanos, es decir, no debemos alcanzar una integración humana?  ¿No es el tiempo para que los seres humanos podamos caminar, navegar y volar libremente por el planeta entero compartiendo nuestro saber, nuestras habilidades y bondades y que no tengamos ciudadanos de primera ,segunda, tercera y sin nombre? ¿No ha sonado la hora de crear tratados de integración humana en grandes familias humanas como la latinoamericana mestiza, afro e indígena y así en cada continente? Los humanos vivimos obsesionados con los mercados económicos  y hemos dejado  fuera al invitado principal que da sentido a tanto trabajo: el ser humano. Cuando se escriba la historia de nuestro planeta no será grato hablar del siglo 20 como el más mortífero y del siglo 21 como el siglo de unos pocos que arrasaron con todo. Estamos ante la oportunidad de aprender de lo vivido con errores  y darnos una oportunidad para el salto cualitativo de humanización.


sábado, 23 de febrero de 2013

Lo que se puede y no se puede comprar


Hay frases y formulaciones que pasan de padres a hijos como aquella que me trasmitió mi abuelo un día: No gastes tu precioso tiempo en pensar todo lo que puedes comprar con dinero. Gasta tu precioso tiempo en hacer una lista de todo aquello que ni con todo el dinero del mundo podrás comprar… e investiga sobre ello. Desde entonces, el dinero en mis manos se ha movido... lentamente.

sábado, 2 de febrero de 2013

Los dineros y los motivos






El para qué y el por qué hacemos lo que hacemos y somos lo que somos es un reino que suscita preguntas que siempre han interesado al ser humano. Hoy solemos englobar esas preguntas bajo el nombre de las Motivaciones humanas, es decir, lo que nos mueve a ser y al hacer. Junto con este tema está otro tema muy viejo y gastado en la historia humana y es el dinero ,su papel y sus poderes reales e imaginarios. El dinero ,como instrumento, está en las manos humanas y con él podemos hacer y terminar por ser como imaginamos. Voltaire, esa mente aguda de la revolución francesa captó lúcidamente un aspecto y dejó para nosotros esta frase: Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero. [1]






[1] Inspirado por  Voltaire citado por un amigo tuitero #Frases

jueves, 13 de diciembre de 2012

La noticia que no llega





Desde el despertar a esta vida escuché en el hogar de mis padres que el pan de cada día se cosechaba después del trabajo de sembrar la tierra cuidarla y trillar los campos. Pasaron los años y un día me di cuenta que muchos seres humanos queremos el camino corto para llegar a tener abundancia material ,es decir, dinero en la bolsa. Ahí esta ,ante nuestros ojos la galería de los juegos de la lotería, los boletos de tómbolas y las infinitas apuestas a los cavilosa los partidos deportivos y todos los juegos de azar. Además gastamos en preguntarles a los adivinos y a los videntes, a los lectores y lectoras de las cartas sean egipcias, españolas o el tarot. La misma pregunta:¿me llegará dinero del cielo? Las respuestas siempre son alentadoras para los clientes ,para que la esperanza no se apague y el negocio continúe. Pero una muchachita de gruesos lentes y trenzas le preguntó a su profesor enfrente de todos sus compañeros:¿Por qué nunca vemos esta noticia en un periódico: "Adivino gana la lotería"?. La respuesta fue un silencio y una sonrisa.