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domingo, 30 de marzo de 2014

Caminar despacio...

GPH
La gente de nuestro desierto aprende a caminar, aprende a correr. Pasa el tiempo, nos hacemos viejos y caminamos lentamente pero el buen talante interior no nos abandona. Recordamos en cada paso la palabra de nuestros padres:  La luna camina despacio pero atraviesa el mundo...

lunes, 3 de febrero de 2014

Rio Los Tártagos refugio del Payador Peerseguido
De tarde en tarde en nuestra vida hemos de detenernos, momentáneamente, para tomar aire y vivir, lo que se llama el trance  -tránsito- de elegir.  Somos seres marcados por la necesidad de tomar decisiones sobre temas fundamentales en nuestra vida. Decidir es un trabajo que requiere afinar la mirada hacia nuestro mundo interior y poner de acuerdo a lo que pensamos, con lo que sentimos, a lo que nos gusta con lo que debemos hacer según nuestra centro personal o conciencia. Elegir consciente y responsablemente  -aún con la probabilidad de error- es el rasgo que nos distingue entre todos los seres vivos de este mundo  -en el que nos ha tocado para vivir. Lo contrario a decidir y elegir son las acciones automatizadas, impulsivas. Mi querido don Atahualpa Yupanqui  compuso una copla inspiradísima que es el resumen perfecto para todo ser humano que está ante una decisión:

En el trance de elegir
que mire el hombre p´adentro,
ande se hacen los encuentros
de pensares y sentires.
Después...que tire ande tire,
con la concencia por centro.

lunes, 4 de febrero de 2013

Nuestra casa dentro de la casa

Casa de casas, así llamó una amiga (1) méxico-americana a su libro de memorias familiares para designar a sus ancestros y a los meses transcurridos en cada año. A partir de esa y otras lecturas de  me quedé meditando en la riqueza que el concepto casa y hogar tiene para nosotros en este desierto (2) que compartimos los naturales de Chihuahua, Texas, Nuevo México y parte de Arizona. Solemos platicar sobre la casa paterna, la casa pequeña, la gran casa y hasta elmmundo como nuestro hogar. Sin embargo no hemos de dejar fuera de esta revisión a una pequeña e importántísima casa que yo denomino como Nuestra casa dentro de la casa o Nuestra casa interior. Ese recinto amable, cálido, callado, luminoso donde podemos encontrarnos con nosotros mismos cada día y en cada momento que lo ansiamos. Ese es el pequeño gran mundo de nuestra intimidad donde creamos, soñamos, imaginamos, nos traemos a cuentas, celebramos. Nadie, ni el más pobre entre los pobres carece de esta pequeña casa interior porque llegó al mundo con nosotros. Confieso que la imagen alimentadora más remota la encuentro, en semilla, en mi niñez cuando me quedé contemplando largamente a una inmensa tortuga de la familia Galápagos que habitaba  -y aún disfruta su longeva vida-  allá en la tierra cordillerana que me vio nacer (3). Esa gran tortuga llevaba a cuestas su hermosa casa o caparazón...según me explicó mi padre.


-(1) Pat Mora
-(2) Desierto Chihuahuense o Chihuahuan Desert.
-(3) Arequipa,Perú. La tortuga vive en los amplios jardines del Hotel Libertador (Ex Hotel de Turistas)