martes, 15 de marzo de 2016

Extranjeros




Los humanos sentimos cierta dificultad con la palabra extranjero. Hay expresiones como aquella: Ser extranjero en la propia tierra. Imaginemos a un capitalino de la Ciudad de México y se siente extranjero en los pueblos de tierra adentro o una persona o familia que migra de Sonora a Yucatán y se sentirá extranjera. El término extranjero se asocia con extraño y desconocido, con diferente. Lo diferente suele producir una cierto grado de desconfianza, curiosidad o temor. En estos días en que somos testigos de la marejada de extranjeros que tocan la puerta de Europa y los discursos de los candidatos de Estados Unidos -que ven a los mexicanos como extranjeros aunque viven por generaciones en esa tierra-   se reactiva el tema y sentimiento de ser ajeno, extranjero. T. Todorov ha comentado este tema  con lucidez:   “Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia”


lunes, 14 de marzo de 2016

Pensar, sentir y actuar




En las viejas democracias y en las nuevas democracias suceden cosas muy curiosas en tiempo de elecciones como la desenfrenada campaña entre los aspirantes y suspirantes del poder y de sus respectivos seguidores.
También está la desenfrenada –sin freno- participación de los medios de información que son empresas privadas que representan a grupos de poder económico y político y tienen sus preferencias marcadas por unos aspirantes y combaten a los contrarios.
En medio de esa marejada de olas cruzadas está la perplejidad de los ciudadanos que muchas veces no saben qué pensar, qué decidir y cómo distinguir las tendencias y manipulaciones de los medios de información  -que suelen estar muy lejos del punto medio y de la objetividad informativa y son poderosos medios de propaganda pagada al mejor postor.
Por eso  tengo muy presente el recordatorio de Malcom  X  cuando anotó esta frase:
“Si no estás prevenido ante los medios de información, te harán amar al opresor y odiar al oprimido”


-Malcom X 1925-1965


domingo, 13 de marzo de 2016

¡Paren la guerra!




Un grupo de niños huérfanos entre 4 años y 17, hombres y mujeres en un campamento en Turquía. Lisiados, con heridas en recuperación, traumatizados. Les pregunta  maestra de escuela refugiada  ¿Qué desean ahora? Se hizo el silencio. Una niño de 13 años dijo: "No queremos cosa, no queremos dinero ni queremos ir a Europa. Sólo queremos que paren la guerra . ¡Paren la guerra!" 
Tremenda  frase de este niño.. Los terremotos, las erupciones volcánicas, los tsunamis no se pueden detener, son obra de la naturaleza. Pero las guerras, todas las guerras son engendros de la locura humana y esa locura tiene nombres y apellidos, banderas y colores, cargos con grandes títulos. No existe ni una sola guerra en la historia humana que no haya dejado huérfanos.

Orfandad

No hay palabras mías que puedan expresar el drama de los niños de las guerras.
Todas las guerras han dejado niños muertos,mutilados,desfigurados,inválidos,y huérfanos.
Mientras escribo estas pobres lineas los huérfanos en Siria se cuentan por centenares de miles.
Tal vez sean medio millón.
¡Cómo afronta la vida un niño sin padres?
¿Cómo afronta el trabajo,el amor,el dolor,un niño sin padres?
Los ejércitos disparan y bombardean
Los jerarcas y políticos acuerdan y desacuerdan
Los vendedores de armas se frotan las manos
Las casas, pueblos y ciudades se reconstruyen con trabajo,esfuerzo y tiempo.
Pero de las verdaderas víctimas que son los niños ¿quién se acuerda antes de desatar una guerra?


viernes, 11 de marzo de 2016

Ante la trinidad de los inventos




Esta trinidad de los inventos la forman la cuchara, el tenedor y el cuchillo.
Cuchara  del latín “cochlea” ó “caracol, caparazón de molusco. Esa caparazón fue el primer  y más antiguo instrumento de los tres. Se aplicó la forma cóncava de la caparazón de un caracol para líquidos y sólidos. Hacia el año 1000 AC se le aplicó un mango en Egipto. Madrea, metal, cerámica, vidrio, son los materiales  más comunes para las cucharas.
Tenedor, el instrumento  más reciente de la trinidad derivado del latín “furca”. En el antiguo Egipto aparece este instrumento dentado que siglos después se atribuyó al “diablo” y se le representó con un “tridente”  parecido al del Dios del mar o Neptuno. El uso del tenedor permitió fijar el alimento sólido para trozarlo y no tener que usar las manos evitando contaminar la comida.
Cuchillo, desde que nació tuvo un doble propósito: matar al animal ,trozarlo y servirlo con ayuda del tenedor. Fuera de la mesa familiar es una arma, en el mundo doméstico es un instrumento de esta trinidad. El cuchillo es metálico primordialmente. El cuchillo se hizo plano y sólo se emplea para cortar y el tenedor lleva el alimento a la boca.
Cuchara, Tenedor y Cuchillo como obras de arte se popularizaron en el mundo en el siglo XVII y constituyen un invento formidable e insuperable.






jueves, 10 de marzo de 2016

Ante el fogón




Courtesy,Google
Cocinar es una de las tareas y artes primeras de la humanidad . Con la domesticación del fuego ,éste entró en el hogar, se hizo fogón, centro de la vida . Junto al fogón discurren los siglos, las vidas humanas, sus historias, su presencia y su ausencia evocada. Los alimentos combinados con las manos y el sentimiento producen obras de amor, obras de arte pero que se quedan en el corazón y en la memoria de quienes comparten esos instantes - vida. La abuela, la madre, la hija, la nieta llevan de mano en mano las fórmulas mágicas del amor hecho comida y son la memoria viva de la humanidad al calor del fogón, de la conversación en voz baja mientras se muele, se corta, se pica, se hornea… a fuego lento. Desde  la remota Bulgaria el buen Todorov anotó : “Intento que mi vida sea tan rica como sea posible, aun en el simple hecho de cocinar. Es una acción que da sentido, porque la comida se hace para los otros, se comparte con los otros, es un don, es una obra efímera que desaparece de la noche a la mañana, es una obra para recomenzar todos los días...”