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martes, 15 de marzo de 2016

Extranjeros




Los humanos sentimos cierta dificultad con la palabra extranjero. Hay expresiones como aquella: Ser extranjero en la propia tierra. Imaginemos a un capitalino de la Ciudad de México y se siente extranjero en los pueblos de tierra adentro o una persona o familia que migra de Sonora a Yucatán y se sentirá extranjera. El término extranjero se asocia con extraño y desconocido, con diferente. Lo diferente suele producir una cierto grado de desconfianza, curiosidad o temor. En estos días en que somos testigos de la marejada de extranjeros que tocan la puerta de Europa y los discursos de los candidatos de Estados Unidos -que ven a los mexicanos como extranjeros aunque viven por generaciones en esa tierra-   se reactiva el tema y sentimiento de ser ajeno, extranjero. T. Todorov ha comentado este tema  con lucidez:   “Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia”


viernes, 6 de noviembre de 2015

¿Qué pasa con los otros?



Un hijo de un amigo muy querido en el pueblo cayó gravemente enfermo y los médicos y la gente pensó que no sobreviviría. La gente del poblado pequeño quería mucho al niño y se reunió en la capilla del pueblo  -durante algunas tardes-  para rezar por él y para que recuperara la salud y volviera la alegría a su familia. Cuando el niño dio señales de mejoría ,la gente fue con su papá a felicitarlo,pero el papá del niño estaba triste. La gente le preguntó por la causa de su tristeza y el papá dijo: Mi niño querido ha mejorado gracias a que ustedes se reunieron y rezaron y se los agradezco de corazón ,pero ¿qué pasa con los otros niños?.  Cuando se enferman la capilla no tiene gente que se reuna, ni que rece por ellos.  -Historia del desierto que me contó mi amigo David.


sábado, 16 de mayo de 2015

Soy...



Gutemberg times
El tema de la identidad nos lleva a responder a la pregunta, ¿quién eres?  ¿a qué te dedicas?  Las respuestas pueden ser: soy un hombre de negocios, soy un hombre de política, de artes, de ciencias o soy un hombre de letras. He conocido algunos hombres de letras y las minúsculas y pacíficas letras de imprenta ,sin disparar una sola bala, construyen o derriban imperios, famas, costumbres. La responsabilidad social e histórica de lo que escribimos nos lleva a ir más allá de la preciosura de las palabras y las frases para transformar la realidad deshumanizada en algo que nos acerque  a nuestra íntima aspiración: un mundo cimentado en acciones justas, en acciones pacíficas. Cada cual pone al servicio de la patria humana sus mejores habilidades. El hombre y mujer de letras no ponemos al servicio una espada sino las "letras de molde"


viernes, 24 de abril de 2015

Verbo tener



Desde que despertamos al conocimiento de nuestra lengua materna nos especializamos en conocer los verbos ,distinguirlos y aplicarlos según se necesite. Le llega su turno al verbo “tener” y lo usamos y combinamos en todas las formas y tiempos posibles: tuve,tengo,tendré. El deseo de tener lleva  a la acción para tener. Entonces es tiempo de aprender que hay medios que tenemos que poner para conseguir lo que deseamos tener y también aprendemos que no se vale cualquier medio para alcanzar nuestros deseos de tener. Aquí las cosas se complican.El ser humano tiene en común con todos los seres de su especie el necesitar,desear y tener, pero cuenta con su discernimiento sobre  cómo tener lo que desea.Mientras  tanto,el tiempo y la vida fluyen y nosotros vamos subidos en ese barco llamado tiempo y vida.Entre los pasajeros que somos hay tres grupos resumidos sobriamente por L. Boff: 

"Quien no tiene quiere tener, 
quien tiene quiere tener más y 
quien tiene más, dice: nunca es suficiente”.

La tarea imprescindible es darnos cuenta que tener no es un fin en sí mismo sino que es el medio y el camino para ser,para llegar a ser personas plenas,plenamente humanas y solidarias.

martes, 10 de junio de 2014

Mano lavada





GPH
Conocida es la tendencia humana a la autosuficiencia pero la vida nos enseña otros caminos. Un día  el aprendiz le dijo al jefe del taller:  ‘Yo puedo sólo, no necesito de nadie aquí’  -haciendo de menos a sus compañeros-  El jefe, un hombre que había trabajado de ambos lados de la frontera, en nuestro amado desierto, le dijo: Ve aquí   -le acercó agua y jabón-  Ahora, lava tu mano derecha. Cuando el muchacho intentó emplear su mano izquierda el jefe le dijo:  Ninguno de nosotros es autosuficiente, pues una mano lava a la otra  y la otra necesita de la una. Así con tus compañeros. Lección aprendida, anotada  e indeleble para ese muchachito que ahora pinta canas y tiene su propio taller.

domingo, 5 de mayo de 2013

En el amor








Si la poesía no sirve para ‘enamorar’, entonces no sirve para nada, escribió nuestro querido Alí Chumacero. Enamorar  nos dice de la acción de ponernos en el amor, hacer que amemos, crear solidaridad, humanidad; enamorar es convocar para que los seres humanos descubramos qué es vivir en el amor y para el amor bondadoso, compasivo. Enamorar es el destino último y más alto de la poesía.


martes, 5 de abril de 2011

¿Dónde aprendemos?


El sufrimiento es la gran escuela del aprendizaje humano. Hay verdad en la frase atribuida a Hegel: el ser humano no aprende nada de la historia, pero aprende todo del sufrimiento. Prefiero la formulación de Agustín de Hipona en sus Confesiones: el ser humano aprende del sufrimiento, pero mucho más del amor. Los antiguos greco latinos acuñaron la expresión Amor Fati para describir   a las personas que aceptan que lo llamado bueno como lo llamado malo son partes del mismo fenómeno de la vida y de todos ellos se puede aprender y están en nuestra vida para que despertemos, para que podamos crecer, fortalecernos y hacernos seres solidarios. Pensemos en la naturaleza desatada en forma de terremoto, tsunami y tormenta invernal combinada. Todo ello puede convertirse en gran oportunidad para descubrir quiénes somos y de qué somos capaces. Las mujeres y hombres que dejan huellas benéficas   en este planeta están movidos por esa fuerza cósmica que   mueve el cielo y las estrellas, según dijo nuestro querido Dante, siglos  atrás. Amor que se da, que es generoso, servicial, creativo, solidario.

martes, 13 de abril de 2010

De terremotos, tsunamis y otras energías

No hay que hacer ningún esfuerzo para observar que en nuestro mundo se suceden vertiginosamente toda clase de catástrofes naturales. Desfila Japon, Chile, Haiti, Nueva Orleans, Indonesia. ¿Qué tienen en común las catástrofes y las naciones que las padecen? Lo común en todas es que todas sufren y mucho. Las catástrofes naturales han sucedido, suceden y sucederán. Nos sobrepasan, Nos desnudan, dejan al descubierto quiénes sómos, cómo somos, de qué somos capaces y en que podríamos convertirnos si aprendemos de esas fuerzas naturales desatadas. No es nada difícil imaginar que se repetirán tarde o temprano. Un primer aprendizaje es sentir el alivio porque en medio de lo duro, la naturaleza no tiene la intencionalidad de dañarnos, ella es así. El asunto está en el plano humano. El punto está en cómo nos preparamos o no nos preparamos para afrontar lo inevitable natural. Cuando los individuos, los pueblos y naciones no aprendemos de esta característica de la naturaleza se aplica nuestras vidas aquello de: Pan para ahora y hambre para mañana. Vivir hoy, sólo por hoy, sin prever en la medida de nuestros conocimientos y capacidades es algo que no ayuda. –En cambio sí está en nuestras manos organizarnos, cuidarnos unos a otros, para responder juntos ante las catástrofes, que ya están en camino pero no sabemos ni el día ni la hora en que se manifestarán.

domingo, 11 de abril de 2010

Riqueza de vida

Un eco de estos tiempos violentos en el desierto mexicano es vivir en la incertidumbre, en la provisionalidad como estado normal aunque no es lo deseable, ni amable. Vuelvo la vista a otro desierto como el afgano e iraquí, pródigos en vivir al día, y llega hasta mi polvorienta mesa la voz de Schanfara: Tan pronto todo me falta, tan pronto nado en la abundancia, pues es realmente rico el que no teme al exilio, ni economiza su vida. Así es esto y más que referido al plano de la subsistencia material al comer y beber lo refiero a la carencia y a la abundancia del afecto, la solidaridad, la sensibilidad. Ahí se juega la pobreza y la riqueza de esta efímera vida en medio de la arena, el viento y la sangre.

 - (Lamyyat-al-Arab)