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jueves, 29 de octubre de 2015

Los cinco dones en el desierto

Mojave

Una nota característica de nuestra vida en el desierto es  agradecer "el don de la vida". Ante esta grandeza descubrimos nuestra dimensión ¿Qué es un don? Es un “regalo” que la vida, Dios, nuestros padres, maestros, familiares y amigos nos pueden conceder y sin que nosotros podamos exigir... pues es un regalo. Cada cual de nosotros tenemos algún don o una combinación  ¿Cuáles son los dones que más apreciamos en la vida? El primero: hacer lo correcto en situaciones difíciles, ser prudentes en qué hacer y en qué evitar. El segundo: la perseverancia y la fuerza para superar los obstáculos que pueden desviarnos de nuestro propósito en la vida. El tercero: conocer la diferencia entre lo que nos gusta y lo que estamos llamados a hacer aunque no siempre sea lo más placentero pero sí lo más valioso. El cuarto: tener  vivo el amor a la vida , a todos los seres vivos incluidos los más pequeños y confiar que sea el amor lo que guíe a nuestros pasos. El quinto: el respeto a todo ser humano y a todo ser vivo que nos hace cuidadosos para no lastimar, ofender ó dañar de ninguna forma intencional. Hacer el camino con estos dones o regalos nos permite un viaje pleno como quien tiene todo para navegar serenamente y llegar a buen puerto.


lunes, 23 de junio de 2014

Mucho y poco




GPH
Toda la magia del futbol gira alrededor del balón o pelota y la pelota tiene  una característica fundamental: nació para moverse, no para estarse quieta. Por eso Jorge Valdano dijo: Al balón hay que quererlo mucho y tenerlo poco. Sin embargo cuenta mucho que cada equipo trabaje para conservar el balón  y armar su jugada orientado al gol, soltándolo en el momento preciso. Como suele suceder en el futbol también acontece en la vida: hay un tiempo para conservar y hay otro tiempo para soltar y conocer la diferencia  nos permite llegar al ansiado puerto.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Desconocer y conocer




Los capitanes de barco y de las aeronaves no sólo saben conducir y operar su nave y trazar el rumbo sino que también entienden el funcionamiento y las partes que tiene su nave. Ese conocimiento les ayuda en caso de necesidad y como precaución. Por lo contrario los pasajeros suelen desconocer todo el trabajo y los conocimientos del capitán y se ponen en sus manos con una fe ciega y confiada. En el plano personal sucede algo parecido. Hay gente que vive simplemente pero ignora cómo trazar el rumbo de su vida y seguirlo y como es el funcionamiento correcto de su cuerpo, de su mente y emociones y no sabe qué hacer cuando se levantan las olas de las confusiones y los estados emocionales alterados de su vida. Hay diferentes niveles de ignorancia y de conocimiento ,con resultados diferentes. Por lo dicho es de gran valor que tengamos en alto aprecio el ser sabios conocedores y guiadores de nuestra vida para que esta no se extravíe y llegue a buen puerto junto a las vidas de todos aquellos que más directamente dependen de nosotros. Aunque la verdad es que la humanidad es una sola y todo lo que hagamos pequeño o grande repercute en el conjunto de alguna manera ,tarde o temprano. Una gran ayuda es recordar la sabiduría búdica que dice:Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro mira tu presente que es la causa.


viernes, 1 de febrero de 2013

Lo uno y lo otro







Antes de partir el navegante toma la brújula en su manos y ésta se orienta al Norte. Sí, el Norte es su destino pero saber del Norte no es garantía de llegar  al puerto seguro. En el medio del viaje se pueden presentar abismos y estrechos, rocas, bancos de arena, niebla, tormentas, marejada, los fantasmas nocturnos con sus miedos y temores. Pese a todos estos imponderables  no hay viaje seguro si no se fijó primero el Norte. Navegar es saber combinar   lo uno y lo otro. La vida, ¡una navegación!




lunes, 9 de mayo de 2011

Comprendí

Un metro con noventa centímetros de estatura  y casi cien kilos de peso. Los datos de mi amigo llamado El Negro. Purgaba una sentencia de 16 años por homicidio. El Negro frecuentaba  calladamente la mínima biblioteca que había en la prisión. Un día, al final de mi práctica profesional nos encontramos y me hizo una seña. Comprendí. Tenía un libro de poesía entre abierto en  sus grandes manos. Como un bebé en su cuna vi un papelito doblado dentro del libro. Sí, ahí estaba transcrito un fragmento del poeta. Disimuladamente lo guarde en el bolsillo de mi camisa. Al despedirnos El Negro me dictó una dirección que memoricé. Pasado un par de días llegué a esa dirección y entregué el papelito a una mujer joven con un niño junto a ella. Cada vez que me despierto mi boca vuelve a tu nombre... como el marino a su puerto. ¡Si supieran los poetas como el querido Jorge Guillen que sus poemas no cambian la economía ni sirven para hacer dinero,  pero sí para mantener viva la vida de algunos seres! Ese día me gradué como Cartero, como Puente y quizá por eso escribo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Navegando de vuelta

Las aventuras de Odiseo narradas por Homero y que conocemos como la Odisea me han cautivado desde los primeros años de mi vida lectora. Cada vez ha sido un nuevo viaje por esas páginas. Pero en esta parte del camino de mi vida la Odisea es, para mí, la historia sin igual de un largo viaje de vuelta a casa, de vuelta al hogar donde los tuyos te esperan. Un viaje así, lleno de aventuras e imponderables, tiene un poderoso motor que es el afecto, el amor. La vida humana se me está presentando en estos tiempos en cuanto el tema de mi propio tránsito –llamado también muerte, aniquilación- como el arribo a buen puerto, la vuelta al hogar de donde un día zarpé. Este viaje es en compañía, no es un viaje en solitario. El horizonte es el reencuentro, el gozo y la fusión, la confluencia de los ríos y los mares del afecto. Releo la Odisea, Odiseo vive en mí.