domingo, 15 de noviembre de 2015

Tiembla en nuestro desierto



Chihuahuan Desert, Solimonte
Nuestro desierto se caracteriza por que en el no hay temblores ni terremotos, salvo ligeros movimientos que hacen historia muy de vez en cuando. Pero cuando llega el otoño nuestro desierto tiembla bajo el paso del viento  y de ello dan cuenta todos nuestros arboles ,arbustos y pequeños setos sin olvidar a esa fina hierba de los campos y de los llanos sin fin. Otoño es tiempo de temblar .Las hojas verdes se tornan amarillas, naranja, ocre, marrón y algunas muestran  gris grafito. No deja del temblar, no de deja de soplar el viento y de manera callada,sin pausa y sin prisa una, miles, millones de hojas incontables descienden suavemente de las ramas y se convierten en un tapiz multicolor que dejaría atónito al más grande taller de tejedores. Legando su tiempo – que no es ni antes ni después-  se han desprendido, se han desapegado y con el paso de los días muchas hojas emprenden un vuelo que les llevará a echar raices en otras tierras. Otras hojas duermen al pie del árbol que les dio vida y se van convirtiendo en tierra, en alimento, en alma del alma de otros seres en una cadena invisible y perpetua de transformaciones. ¿Nos suena conocido este andar de la vida? Eso somos. Mientras tanto, el árbol sigue ahí con sus viejas raices ,con su sereno silencio.Testigo y presencia.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Visto en el desierto




Atacama, Mario Ruiz  -Corbis
¿Cuándo has visto a hipopótamo volar? Una frase de mi infancia para señalar lo imposible. Me arrancaba una sonrisa inevitable. Pasaron los años y escuché otra  frase aparentemente imposible:  ¡Sí, cuando el desietrto florezca! Un reto, un imposible.  Pueden pasar 20, 40,70 años de sequía  y los cielos se abren  súbitamente y dejan una huella en la memoria de generaciones. El desierto ha florecido. Un gozo, una alegría  indescriptible que nos hermana sin importar que la noticia nos llegue de cualquier desierto hermano de nuestro planeta como el sonorense, chihuahuense, peruano y chileno, los desiertos africanos, asiáticos, del medio oriente  y australiano. ¡Sí, cuando el desierto florezca!


jueves, 12 de noviembre de 2015

Construir en el desierto




Sahuaro
Los seres hmanos construimos casas, puentes, ,fortalezas con la ilusión de permanencia  que raya en eternidad,pero bien sabemos que nada es para siempre. Nos esmeramos en cuidar, reparar,conservar pero ante el tiempo y su paso todo vuelve y volverá a convertirse en polvo, arena del desierto.  Sabedores de ésta verdad ¿cómo construimos en los arenales del  desierto? En otro espacio y en otro tiempo mi querido J.L. Borges señaló que la diferencia está en la actitud con la que  vivimos y hacemos las cosas:  Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra”


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Habitar en el desierto




El verbo "habitar" nos lleva de la mano a la experiencia de Vivir, a la Vida. ¿Dónde habitas? Es  un ¿Dónde vives? ¿Cómo vives en el desierto?  Nuestros ancestros en estas tierras fueron nómadas y nosotros somos sedentarios . La derivación de un estado de vida a otro tiene una larga historia y explicación. Por ahora recordemos que los padres de nuestros padres vivieron en tiendas nómadas que se levantaban a la salida del sol se cargaban en uno o varios animales y se instalaban al ponerse el sol.Esa vida trashumante estuvo ligada a la busqueda de pastos y agua  para sus animales. Cada día un viaje, y en cada estación una transformación de los ritmos y rituales debido al paso de días calientes a días fríos y de días breves  a noches largas. En la noche les cubrió la bóveda celeste cuajada de luminarias y de día valoraron ese trozo de tierra donde vivian efímeramente.Así, establecieron un díalogo perpetuo entre la tierra y el cielo. De esta cultura del desierto guardo con mucho afecto estas dos lineas que resumen qué es vivir y cómo se vive : “Mi hogar está alrededor de una hoguera y mis pastos alrededor de mis caballos” [1]





[1] Dicho tradicional Kirguiz

martes, 10 de noviembre de 2015

Viento y fuego del desierto



En el vastísimo panorama del desierto conviven e interactúan personajes colosales como el viento y el fuego.Cielo abrasador en el verano, urgencia del fuego en la tierra durante el largo invierno. En el invierno el viento puede apagar a un débil fuego que se resiste a extinguirse.Mas en el verano el fuego solar calienta a los vientos y los hace imperceptibles. Nosotros, los humanos de estas tierras estamos en medio de ellos, en medio de sus juegos y de sus dramas. Nosotros necesitamos  del viento y del fuego. Quizá porque estamos conscientes, en el fondo de nuestra alma, que el viento y el fuego del desierto son nuestra vida o ¿qué somos si no respiramos, qué somos si nos enfriamos? Somos vida en este instante  y cuando suceda seremos no vida, no aire, no fuego. Tambor que ya no suena, corazón que ya no late.